Los Muchos Atributos de Dios

Gary Wilkerson

¿Cómo vemos a Dios más a menudo? Todo el mundo lucha por tener una visión ligeramente unilateral de Dios. Tendemos a suponer que la mayoría de las veces muestra un rasgo determinado. Ese rasgo tiende a basarse en cómo nos enseñaron a ver a Dios en general. ¿Qué pasa si, sin embargo, un Dios infinito refleja plenamente todos sus rasgos en todo momento?

Es difícil entender la idea de que Dios es la esencia de las palabras utilizadas para describirlo. Él no es simplemente justo, sabio y santo, es justicia, sabiduría y santidad. Él es la fuente y encarnación de esas palabras. 

Las primeras palabras de la Biblia son: “En el principio”. Estamos siendo bienvenidos en la mente de Dios. “Antes incluso de comenzar”, está diciendo, “dirige tus ojos hacia mí. Yo soy la fuente de todas las cosas. En mí encontrarás todo lo que quieres y necesitas en tu vida”. 

Todos hemos luchado por reconciliar la justicia y el amor. Los titulares de hoy causan indignación en nuestros espíritus. “¿Cómo puede un Dios justo y amoroso permitir que tanta miseria les suceda a personas inocentes?”

El trabajo de mi vida de estudiar los atributos de Dios y compartir su amor con la gente nunca me ha proporcionado respuestas claras a las grandes preguntas de la vida. En cambio, lo que he aprendido es esto: el objetivo de la vida no es estar en un lugar de pura comodidad y satisfacción. La vida se trata de buscar y conocer a Dios, el dador de vida.

Cada uno de los atributos de Dios se remonta no sólo al comienzo del viaje del hombre, sino también al nacimiento del tiempo y el espacio. Él acoge con agrado nuestras preguntas y nuestra búsqueda de comprender sus caminos, pero anhela más. Su corazón es que pasemos tiempo con él y con su palabra para que nuestros corazones estén comprometidos con el suyo. A medida que desarrollamos una relación con él, nuestra perspectiva cambia. En lugar de limitarnos a analizar a Dios desde la distancia, saboreamos el gozo y la riqueza de su presencia. Aquí es cuando realmente comenzamos a comprenderlo.

Jeremías 29:13 dice: “Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”. Es cuando estamos en su presencia que comenzamos a ver las maravillas de quién es él.