Un Nuevo Lugar en el Plan de Dios
“Habló Jehová a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado” (Éxodo 14:1-3).
En Egipto, Dios les dijo a los hijos de Israel: “Los llevaré a una nueva tierra”. Dios los guió a través de una zona con enormes rocas de un lado y montañas del otro. Cuando los israelitas se acercaron al Mar Rojo, llegaron a una zona de playa donde se quedaron atrapados en un espacio pequeño. Había rocas de un lado y agua del otro, un lugar al que Dios los había dirigido.
Al ver esto, Faraón dijo: “Los israelitas están acorralados y con las espaldas contra la pared”.
Hasta ese momento, Moisés carecía de experiencia como líder militar, pero estaba lo suficientemente instruido como para saber que su ubicación no era el mejor lugar para una defensa militar. Estaban atrapados por ambos lados.
Moisés y los hijos de Israel estaban en una situación difícil, pero Dios los quería allí porque de allí obtendría gloria. ¿Alguna vez Dios te ha llamado a un lugar al que no querías ir? A veces, Dios nos permite estar en situaciones y lugares difíciles, pero tiene un gran plan para nosotros. Lo que consideramos como estar atrapados con la espalda contra la pared es la manera que tiene Dios de decir: “Esta situación me traerá gloria”.
¿Te estás sintiendo acorralado? ¿Tu situación es tan abrumadora que te preguntas si te queda alguna esperanza? En esa situación difícil, debes dar un paso de fe y decir: “Dios, te obedeceré sin importar el costo”. Te encontrarás a punto de ver a Dios obrar poderosamente.
Si conoces el resto de esta historia del Éxodo, sabrás que Dios hizo que el Mar Rojo se abriera y los hijos de Israel marcharon sobre tierra seca. Llegaron a un nuevo lugar. ¡A Dios sea la gloria!