No Sólo de Pan Vivamos

David Wilkerson (1931-2011)

Si crees que eres demasiado común y corriente para que Dios te use, escucha atentamente. Dios no va a hacer su obra final a través de pastores o evangelistas de renombre. ¡Ellos por sí solos no podrán manejar el gran mover del Espíritu Santo! El hecho es que Dios va a necesitar de cada persona que lo ama, jóvenes y viejos, para llevar a cabo esta obra. Estos serán cristianos que han sido destetados del “sólo de pan”. Déjame explicar.
 
Dios dijo a través de Moisés: “No solo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre” (Deuteronomio 8:3).
 
El pan representa todas las cosas naturales y materiales necesarias para esta vida: comida, vivienda, ropa, trabajo, salario, etc. El pan representa el sustento, aquellas cosas que necesitamos y que no son malas en sí mismas. Muchos cristianos, sin embargo, viven sólo para las cosas de esta vida. Viven sólo de pan.
 
Jesús nos enseñó a orar: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” (Mateo 6:11). Sin embargo, primero dijo que debíamos orar: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad” (Mateo 6:10). Debemos centrarnos primero en los intereses de Dios y orar para que se haga su voluntad. ¿En qué has estado pensando más que en cualquier otra cosa estos últimos seis meses? ¿Qué ha consumido la mayor parte de su tiempo y oraciones? ¿Han sido sobre todo cuestiones de pan, necesidades personales?
 
Si te concentras sólo en el pan, entonces no tienes vida. Estas viviendo en un desierto tal como lo hicieron los hijos de Israel. Se levantaban diariamente y comenzaban a llorar por pan y sus necesidades personales todos los días durante cuarenta años.
 
Amados, ¡eso es hartazgo, trabajo pesado! Dios nunca tuvo la intención de que sus hijos vivieran así. En cambio, le dijo a Israel a través de Moisés: “Deben vivir de cada palabra que sale de mi boca. Sí, les dije que les daría pan, pero no se queden ahí. Sigan adelante. Les he dicho que hay una tierra que fluye leche y miel, con ríos, árboles, bosques, verdes pastos; y yo quiero ese lugar para ustedes”.
 
Dios está levantando un pueblo que está enfocado en su voluntad para esta hora de medianoche. Están cansados de vivir en un desierto de mera supervivencia. Lo único que quieren es conocer y hacer la voluntad de Dios. Cada miembro debe estar listo y preparado de corazón porque Dios está listo para liberar su gran derramamiento final.