Ofreciendo Oraciones Honestas

Gary Wilkerson

Tenemos una amiga que está pasando por la cuarta etapa del cáncer, por lo que está lidiando con la pregunta “¿Me sanará Dios?” Muchos de nosotros esperamos, oramos y creemos en la sanidad milagrosa. Hay otros que se inclinan a no pedirle a Dios que cambie su voluntad y solo confían en su bondad y soberanía.

Cualquiera sea el camino hacia el que te inclines, tienes que lidiar con el dolor, la tristeza y el sufrimiento de lo que estás experimentando. David conocía este sentimiento. Él escribió: “Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen. Mi alma también está muy turbada; y tú, Jehová, ¿hasta cuándo? Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma; sálvame por tu misericordia” (Salmos 6:2-4). Otra traducción de esto dice: “Estoy enfermo, sáname porque mis huesos están atribulados. Mi alma también está muy turbada. Líbrame de los que vienen contra mí. En la muerte no hay recuerdo”. Él tiene enemigos en su vida y tiene miedo de morir. Existe este clamor en el corazón de David y de los otros escritores que contribuyeron al libro de los Salmos. Todos están enfrentando la realidad directamente con Dios.

Al crecer en la iglesia y ser pastor de iglesias en varios lugares, me he dado cuenta de que nuestra experiencia cristiana a menudo es muy superficial. “¿Cómo estás?” “Estoy bien”. “¿Cómo está la familia?” “Están muy bien”. La punta del iceberg se ve bonita, pero debajo hay pecado, enfermedad, miedo a la muerte, tristeza, enemigos que vienen contra ti.

Estas enseñanzas en los salmos son sobre las cosas no visibles. Son honestos acerca de “Estos son los problemas que estoy enfrentando y Dios quiere escuchar mis problemas. Él sabe que los tengo de todos modos y sabe lo que siento en mi corazón. Si estoy enojado con él pero no quiero decirlo, es tonto porque él ya lo sabe". Dios está mirando nuestras vidas y diciendo: “Sé que estás enojado, así que tu elección es, o reprimir eso enojo y pretender que no está ahí o reconocerlo y entregármelo a mí”.

Los salmos te dan la oportunidad de ver cómo se ve esto en acción. Aquí hay un hombre conforme al corazón de Dios que tenía una gran reverencia por Dios y, sin embargo, podía ser realmente honesto y hablar sobre estos temas difíciles. Sean honestos, cristianos. Sean francos con Dios y unos con otros.