Parados Sobre Tierra Seca

David Wilkerson (1931-2011)

Dios insiste en que debe haber “tierra seca” en nuestro camino a través del Mar Rojo. Le dijo a Israel: “Entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco” (Éxodo 14:16). Sorprendentemente, Dios usa esta frase cuatro veces, diciéndole a su pueblo: “Pasarás en seco”.

Vemos esta frase nuevamente cuando Israel estaba a punto de entrar en Canaán. Cruzaron el Jordán sobre tierra seca en su camino hacia la Tierra Prometida.

En pocas palabras, el suelo seco es un camino. Si estás en él, irás a alguna parte. No estás perdiendo terreno ni retrocediendo; tu tierra seca es el plan del Señor, su obra en tu vida, sus milagros por realizar. Estás avanzando hacia una revelación, una nueva victoria en Cristo, hacia algo más grande.

Las Escrituras prueban esto. Observa dónde perdieron la batalla Faraón y su ejército: en tierra seca dada por Dios que repentinamente fue inundada por el mar. La tierra seca es el lugar exacto donde el diablo vendrá tras de ti. Él quiere atacarte cuando estás en tu punto más débil, pero es en este mismo terreno seco donde el Señor quita las “ruedas de carro” de los principados y potestades de Satanás. “Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno” (Éxodo 14:28).

Dios nos está diciendo, en esencia: “Quiero que aprendas a seguir adelante con fe, no según una visión o una voz, sino cuando estés en medio de un período de sequía. Quiero que tengas confianza en que cuando no puedas oír mi voz ni ver hacia adelante, cuando estés en tierra seca, yo te estoy guiando a alguna parte”.

El Señor promete que convertirá nuestra tierra seca en manantiales de agua dulce. “Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré… En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca.” (Isaías 41:17-18).

Querido santo, ¿estás seco? Dios te está diciendo: “Pronto verás una cosecha. Donde antes hubo tierra seca, la vida brotará a tus pies. ¡Yo lo he creado! Quédate quieto y mira lo que yo haré por ti en tierra seca”.