Pensamientos Sobre el Amor y la Fe

David Wilkerson (1931-2011)

Permítanme compartir algunos pensamientos muy curativos sobre la fe y el amor. Creo que Dios obra milagros en respuesta a la oración de fe y creo en cada promesa de la Palabra de Dios. A través de mucho sufrimiento y lágrimas, he descubierto algo maravilloso acerca de la forma en que Dios obra. Lo que estás a punto de leer debería ayudarte a renovar tu confianza en el Señor y liberarte de la esclavitud de tratar de descubrir la fe.

Si no puedes darle a Dios una fe perfecta, dale un amor perfecto. “El perfecto amor echa fuera todo temor”. El amor perfecto es el reposo que Dios tiene para su pueblo. Él quiere que descansemos en su amor, confiando en que él siempre vendrá en nuestra ayuda como padre de un niño herido a pesar de nuestra fe inadecuada.

Deja de evaluar o calificar tu fe. Deja de intentar descubrir la fe. La Biblia dice: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (1 Corintios 13:13). Si vas a especializarte en algo, especialízate en el amor; la fe obra por el amor.

Si Dios no responde algunas de nuestras oraciones, podemos estar seguros de que tiene alguna gran razón eterna para no hacerlo.

Todo se reduce a esto: Dios tiene todo el poder y puede hacer cualquier cosa. Para él nada es imposible. Él ha prometido responder cada oración en el nombre de Cristo, por lo que debemos pedir con plena seguridad de fe, esperando una respuesta. Sin embargo, si Dios retrasa esa respuesta o elige otro camino para nosotros, él debe tener una muy buena razón. Debemos creer que todo lo que Dios permita en nuestras vidas algún día obrará para nuestro bien (ver Romanos 8:28).

Nuestro Padre celestial sabe exactamente hacia dónde vamos y qué necesitamos. Él nos dará lo mejor en el momento adecuado del Espíritu Santo (ver Mateo 7:11).

Dios no permitirá que seas vencido por tus pruebas. Puedes llegar a lo que consideras tu punto de ruptura, pero sobrevivirás y vivirás para contar su fidelidad si no endureces tu corazón y caes en sus brazos, confiando en su amor eterno.