Prepárate para Morir
Al formar el nuevo pacto, Dios se comprometió mediante un juramento a proveer el poder y la fuerza necesarios para cumplir cada condición y exigencia del pacto. Cuando Dios dice mediante juramento: "Yo lo haré", la fe en nosotros responde: "Que así sea".
Déjame mostrarte una verdad maravillosa del nuevo pacto. Consiste en que el Señor nunca podrá acercarse lo suficiente a su pueblo, y que él nunca podrá acercarlos a ellos tanto como él desea. Por lo tanto, él nos une y nos modela a sí mismo con este contrato vinculante. El nuevo pacto tiene que ver con el compromiso de nuestro Señor de evitar que sus hijos caigan y de consolarnos y asegurarnos que el poder y el dominio del pecado pueden y serán quebrantados por el Espíritu Santo que mora en nosotros.
Esta verdad es la única esperanza para aquellos creyentes que se han desanimado en su lucha contra un pecado que los asedia. Sólo cuando se nos revele el nuevo pacto podremos aprender el secreto para tener una victoria total sobre el pecado.
La muerte es la única manera de salir del antiguo pacto y entrar en el nuevo. La fe carnal tiene que morir. No más esforzarse por creer. Si quiero tener fe (fe verdadera, la fe de Cristo), él debe dármela. Se nos ha dado una medida de fe, pero si es cierto que no puedo hacer nada por mí mismo, entonces esto incluye tener fe divina. Por eso las Escrituras la llaman “la fe de Cristo”.
¿Estás enfermo de pecado? ¿Realmente anhelas vivir una vida santa, libre de los deseos habituales de la carne? Prepárate para morir. Prepárate para abrazar la cruz. El antiguo pacto te llevará al fin de tu fuerza, a la nada. Cuando hayas abandonado toda esperanza de vencer el pecado mediante tu propio poder y voluntad humanos, entonces estarás listo para entrar en el reino glorioso de la vida y la libertad a través del nuevo pacto.
“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” (Romanos 8:2).