Preparándonos para la Batalla Espiritual
Has oído hablar de las Fuerzas Especiales del Ejército de los EE. UU., un ejército dentro de un ejército altamente entrenado, una unidad de élite de soldados dedicados. Las Fuerzas Especiales están compuestas completamente por voluntarios, combatientes que han sido notados y llamados por sus superiores.
Antes de la guerra en Afganistán, Osama Bin Laden había tildado a los soldados americanos de débiles, cobardes y que no estaban entrenados para la guerra en las montañas. Él predijo que los talibanes enviarían a casa tropas estadounidenses en vergüenza, pero no contaba con las Fuerzas Especiales de EE.UU. Esta intrépida unidad invadió Afganistán con apenas 2.000 soldados. En cuestión de días, había localizado todas las fortalezas del enemigo.
Creo que Dios está haciendo algo similar en el ámbito espiritual. Mientras oraba, el Espíritu Santo me impresionó con el concepto de que Dios ha estado operando en los lugares celestiales en una operación encubierta. Está levantando un ejército dentro de un ejército, buscando a sus tropas regulares para formar una unidad de élite de voluntarios. Esta fuerza especial está formada por guerreros que él puede tocar e instar para luchar contra el enemigo. Vemos una imagen de esto en la Biblia con la milicia especial de Saúl. La Palabra nos dice: “Saúl también se fue a su casa en Gabaa, y fueron con él los hombres de guerra cuyos corazones Dios había tocado” (1 Samuel 10:26).
Las fuerzas especiales de Dios hoy incluyen a los jóvenes, a los de mediana edad e incluso a los ancianos. Han estado entrenando en sus lugares secretos de oración. Su intimidad con Jesús les ha enseñado a luchar. Ahora saben cómo luchar en cualquier plano espiritual, ya sea en las montañas o en los valles.
La Escritura dice: “El pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará” (Daniel 11:32), y “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:31).
El ejército de Dios dentro de un ejército está en posición en cada nación. Su actividad puede ser encubierta ahora, pero pronto lo veremos haciendo proezas en el nombre y el poder de Cristo. La Palabra de Dios está saliendo y la hambruna está terminando. El Señor prevalecerá. Su Palabra conquistará todo.