Punto Crítico: Lidiando con lo invisible

Gary Wilkerson

La palabra "punto crítico" tiene muchas definiciones. Puede denotar un club de moda, un lugar con disponibilidad de Internet o incluso un lugar de gran actividad en una zona de guerra. Los puntos críticos sobrecalentados bajo la corteza terrestre han creado cadenas volcánicas en la superficie terrestre. Las islas hawaianas, recientemente devastadas por incendios forestales, forman una cadena de puntos críticos.

En un incendio forestal, los puntos críticos representan una amenaza. Las brasas vivas, invisibles y enterradas bajo la vegetación chamuscada, pueden volver a encenderse y provocar un nuevo incendio si no se extinguen. Según los bomberos, los puntos críticos que aparecen en secuencias de dos o tres días tienen un alto potencial de convertirse en incendios forestales en toda su furia. Las cuadrillas utilizan métodos como puntos críticos, rastros fríos y barrido para erradicarlos. Son minuciosos, caminan a través de cañones escarpados y altas montañas, recorriendo una y otra vez áreas de posible estallido.

La gente también tiene puntos críticos, problemas que ocultamos y dejamos que ardan. A veces los bloqueamos o les echamos una mirada de paso, pero muchas veces sólo intentamos tratar el síntoma más evidente: el humo. Algunos utilizan el moralismo o el legalismo para tratar de abordar los indicadores externos. Muchos utilizan la nutrición, el descanso, la medicación y otros remedios para eliminar los signos, pensando: “Ya está. Eso lo arregló." Sin embargo, los problemas que siguen estallando merecen otra mirada porque se encenderán una y otra vez si no se abordan.

¿Has notado un patrón de enojo o crítica? Tal vez sea ansiedad o falta de perdón. ¿Qué tal complacer a la gente, gastar demasiado, abusar de sustancias o trabajar demasiado en detrimento de su familia? La recurrencia de estas cosas son advertencias de que están sucediendo más. Son nuestra señal para ir a la cruz.

Comenzamos presentando un corazón íntegro y abierto a Dios, con defectos y todo. El acto intencional de darle control permite que el Espíritu Santo haga su poderosa obra. Nuestro Creador ve lo que nosotros, en nuestra humanidad finita, no podemos ver. Como dijo David: "¿Quién podrá entender sus propios errores?" (Salmos 19:12). Sólo Dios puede discernirlos y sanarlos a nivel espiritual.

Mientras él hace su trabajo, nosotros participamos. Es posible que necesitemos enmendarnos, ser más responsables o hacer un cambio fundamental en nuestro estilo de vida. Lo que sea necesario, ¡no te rindas! “Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Santiago 1:4). Ten la seguridad de que Dios estará allí para ayudarte a extinguir tus puntos críticos y avanzar con plenitud y salud.