Sometiéndonos a Dios
En los días de la iglesia primitiva, algunos griegos comenzaron a quejarse de que los judíos creyentes no estaban ayudando a las viudas griegas como a las de ellos. Los apóstoles se reunieron e hicieron arreglos sobre cómo la iglesia cuidaría de las viudas. Pero ellos dijeron claramente: “Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra”. (Hechos 6:1-4). Ellos sabían una verdad importante que nosotros debemos comprender.
Si no paso tiempo con Dios, ¿cómo me usará Dios? No tienes que tener notas o estudios elaborados; solo tienes que estar con Dios. No hay unción instantánea.
Si queremos ver a Dios moverse hoy, debemos decirle: “Queremos edificar tu iglesia, a tu manera, a través de tus medios. Tu poder es para tu gloria. Es tu iglesia,” ¿Por qué no quitamos nuestras manos de nuestras iglesias? Deberíamos tener la valentía de decir: “Jesús, ellos te pertenecen. Tú edificas la iglesia. Solo muéstrame cuáles son las herramientas que debo usar y qué objetivo debo tener”.
Dios Padre, hoy te damos nuestras iglesias. Te damos nuestros ministerios y trabajo. Nos humillamos al leer que tu palabra dice: ’humillaos en la presencia de Dios, y él os exaltará'. Él te levantará. Perdónanos por edificar nuestra iglesia en lugar de la tuya. Perdónanos por edificar una iglesia con un modelo y metas diferentes a las que tú dispusiste en tu Palabra. Perdónanos por ignorar tu Palabra. Perdónanos por seguir el espíritu de este mundo en lugar del Espíritu de Cristo. Perdónanos por usar métodos carnales en lugar de los que han sido probados y verdaderos a través de los siglos.
Dios, queremos ser cristianos que te den honra y gloria con nuestra forma de vivir. Cada vez está más oscuro a nuestro alrededor, pero tu luz sigue brillando más que nunca. En esta oscuridad, Dios, saca un remanente de personas que realmente te conozcan y te amen. Úsanos, ya sea por un mes o un año. No sabemos cuándo vienes; pero Dios, desde ahora hasta la meta, que la gracia abundante sea sobre todos nosotros. Lo oramos en el nombre de Jesús. Amén.
Jim Cymbala comenzó la iglesia Brooklyn Tabernacle con menos de veinte miembros en un pequeño y deteriorado edificio en una parte difícil de la ciudad. Nacido en Brooklyn, es un viejo amigo de David y Gary Wilkerson.