Un Cántico de Dolor y Alabanza
En la introducción del Salmo 9, David escribió que este cántico era por la muerte de un hijo. Eso es bastante triste. No sabemos a qué hijo se refería. Tal vez se trataba de la pérdida de su hijo pequeño con Betsabé. Tal vez fue el asesinato de Absalón. Incluso podría haber sido para Jonathan después de que lo mataran en la batalla. No sabemos exactamente en qué estaba pensando David cuando le puso el titulo esta canción; pero cuando lo leemos, podemos ver claramente que Dios había hecho algo milagroso en su vida.
Aunque David dijo que esta canción era sobre la muerte de un hijo, las dos primeras líneas decían: “Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo” (Salmos 9:1-2). Unas pocas líneas más adelante, agrega: “Pero Jehová permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio. Él juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud” (Salmos 9:7-8).
Cuando estaba leyendo eso, no tenía ningún sentido para mí. Cuántas personas pierden a un hijo y pueden decir: “Dios me ha visto en la batalla en la que he estado. Me ha ayudado a procesar mi dolor. Me ha ayudado a entender cómo puedo sobrevivir cuando mi hijo ha muerto. Alabado sea el Señor. Ofrezco gracias con todo mi corazón”.
¿Cómo aprendemos a cantar ese tipo de canción? Las canciones que algunos de nosotros estamos cantando en este momento son más un lamento que otra cosa. Si necesitas cantar una canción de dolor y pesar ahora mismo, ¡canta! Debes saber que Dios la oye y las Escrituras prometen: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios” (2 Corintios 1:3-4).
Yo sé que en el tiempo del Señor y en su presencia, caminaré a través de su proceso de sanidad. Entonces podré tomar mi dolor y cantarlo de una manera nueva. Debido a que todos hemos sido heridos y hemos perdido a seres queridos, esa promesa de gracia debería darnos una gran esperanza.