Un Camino A Través de la Adversidad
En 1 Samuel 30, leemos acerca de cómo David estaba en una gran angustia y cómo lidiaba con eso. Este hombre tenía muchas razones para sentirse desdichado. Estaba profundamente angustiado porque el llamado a su vida, la profecía que Samuel le había dicho de que sería rey, parecía que no iba a suceder. Probablemente también estaba angustiado porque su gran relación con Jonatán se había roto por el tiempo y la distancia. Ciertamente estaba angustiado porque el rey Saúl venía tras él, diciendo cosas malas contra él y tratando de matarlo.
El capítulo comienza con David que acababa de enterarse de que los amalecitas se habían llevado a su propia familia y no sabía dónde estaban ni si estaban vivos. Entonces sucedió esto: “Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios” (1 Samuel 30:6).
Muchos de ustedes probablemente puedan pensar en algunas cosas que les están causando angustia en su vida. ¿Qué te está dando ansiedad en este momento? ¿Qué tipo de cosas te mantienen despierto por la noche?
Hay fuentes de angustia que te sobrevienen y que son solo parte de la vida, pero también hay personas que deliberadamente hablan en tu contra y te socavan. Los desafíos parecen volverse consecutivos y su estrés aumenta. Al principio, es posible que puedas vencer con tu esfuerzo y mantenerte estable. A medida que pasa el tiempo, semanas, meses, tal vez incluso años para algunos de ustedes, las situaciones se vuelven abrumadoras. Aquí es donde estaba David en este punto, entonces, ¿cómo se fortaleció en el Señor?
Eso puede parecer una paradoja. Cuando estás bajo mucho estrés, parece que es el momento en el que no podrás fortalecerte. David es una ilustración para nosotros en esto; si él pudo hacerlo, ¡tú puedes hacerlo! Él no logró esto por su propia capacidad. La Escritura es clara; David se fortaleció en Dios.
Hoy tienes una elección. Puedes permitir que todos esos elementos naturales negativos se estrellen contra ti como una ola, o puedes levantarte y encontrar fuerza en tu Señor porque Dios está ahí contigo.