Uno Que Finalmente se Pone de Pie

¿Cómo cambia el destino quebrado y disfuncional de tu familia? ¿Ha habido antecedentes de diversas adicciones en tu familia? ¿Cómo resistes a un “legado” familiar que ha sido de abuso, dificultad, separación, segregación o lucha? ¿Cómo puede cambiar esa familia?

Por otro lado, puedes estar diciendo: “Bueno, déjame deslindarme ahora porque yo tengo una buena familia”. Quiero preguntarte: “¿Cómo una familia realmente buena se convierte en una familia realmente grandiosa que es un testimonio de las cosas que Dios quiere que vivamos juntos?”

Mi padre creció en un hogar cristiano. Su padre era pastor y líder denominacional en Pensilvania. La casa en la que creció, como me lo expresó, era extremadamente legalista. Sus hermanas tenían que usar faldas largas. No se les permitía tener una lavadora y una secadora en su casa porque creían que eso causaría ociosidad.

Cuando mi padre era un pastor joven pastoreando su rebaño, se dio cuenta de que estaba poniendo a la gente bajo un peso legalista. Él decidió que no solo él mismo se liberaría de eso, sino que también predicaría para ayudar a las personas a liberarse de esa mentalidad.

Él decidió que iba a tratar de comprender de qué se trataba realmente la gracia de Dios; y cuando lo vio en las Escrituras, comenzó a regocijarse. Su corazón comenzó a abrirse de par en par a las cosas de Dios, y era como un hombre nuevo, al solo aprender que no trabajas para ganarte la salvación. No tienes miedo. No llevas a la gente a Cristo por miedo.

Estoy tan contento de que mi padre se haya liberado de esa fe legalista y sin gozo para que yo pudiera criarme en un hogar que comprende el amor de Jesús y el amor y la gracia de Dios. Mis hijos y sus hijos y los hijos de sus hijos van a agradecer a Dios que tuvieron un patriarca que estuvo dispuesto a romper esta cadena. En las generaciones venideras, mirarán hacia atrás y dirán: “Finalmente hubo un hombre de Dios que se puso de pie y dijo: No más de esto. Las cosas van a cambiar conmigo en esta familia”.

Tal vez seas tú quien haga esto y rompa generaciones de dolor, legalismo o adicción para tu familia. Dios puede lograr esto en tu corazón y en tu vida.