Dios nos muestra cómo podemos vivir sin miedo. " En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor…” (1 Juan 4:18). En resumen, si vivimos con temor, ignoramos el amor perfecto. Juan no está diciendo: “El perfecto amor por Dios echa fuera todo temor”. Él está diciendo que el amor perfecto comienza con el amor abundante y generoso de los unos por los otros.
Es un hecho fuera de toda duda que amamos a Dios, pero considera lo que Juan dice sobre el amor perfecto anteriormente en el capítulo. “Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” (1 Juan 4:12). Según Juan, la primera consideración del amor perfecto es el amor incondicional por nuestros hermanos en Cristo.
Un cristiano puede decir que ama a Dios, está haciendo la voluntad del Señor y está realizando fielmente la obra del reino. Tal persona puede ser un adorador e incluso un maestro de la Palabra. Sin embargo, si guarda rencor o habla en contra de otro, si excluye a alguien en el cuerpo de Cristo, anda en tinieblas, y un espíritu de muerte está sobre él. Toda la vida, todas las buenas obras, están fuera de orden en esta persona. Considera lo que Juan dice de él: “El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas” (1 Juan 2:9).
Si tú estás interesado en vivir una vida sin temor, Juan nos dice que primero debemos ocuparnos de nuestras relaciones en el cuerpo de Cristo. En efecto, para participar del amor perfecto que expulsa todo temor, este es el primer paso que debemos dar: “Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros” (1 Juan 4:11).
¿Qué se entiende por este tipo de amor? Es más que el perdón, mucho más. Significa perdonar todas las transgresiones hacia nosotros y luego ofrecer nuestra amistad. Debemos estimar tanto a los que pecaron contra nosotros como a los demás miembros del cuerpo. Cuando dejemos que el amor de Dios habite en nosotros y nos perfeccione, todo temor será expulsado.