DIGNO DE SER EN GRAN MANERA ALABADO
En los Salmos, David ensalza la grandeza de Dios al bendecir a quienes confían en él.
“Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas” (Salmos 31:19-20).
Cuando David exclama: “¡Cuán grande es tu bondad”, él está diciendo: “Las bondades que Dios tiene reservadas fueron más fuertes que yo”. Él está celebrando el increíble almacén de misericordia y bondad que Dios ha reservado para nosotros. David testificó: “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes” (Salmos 27:13).
La bondad y las recompensas de Dios no están almacenada para “algún día” en el cielo; están destinadas para su pueblo ahora en sus pruebas actuales.
Dios dice que recompensará nuestra fe. Y él quiere que lo busquemos por esas recompensas ahora en medio de nuestras crisis. ¿Estás buscando una señal de esperanza para un hijo o hija rebelde? ¿Necesitas ver tan sólo un receso en las nubes de tu tormenta financiera? Clama al Señor con fe; él vendrá a ti con consuelo y fortaleza. Él quiere recompensarte con una esperanza renovada y proporcionarte toda la fuerza en tu inundación actual. ¡Su voz es más alta que toda inundación!
La Palabra de Dios deja perfectamente claro que no debemos preocuparnos por las crisis mundiales actuales. No debemos preocuparnos por la economía. Él quiere eliminar todo nuestro estrés por nuestros seres queridos, nuestras familias, nuestras heridas y nuestras pruebas. Y nos ha dado la razón para tener este gran consuelo y seguridad: ¡Nuestro Dios es grande y digno de ser en gran manera alabado!