DIOS NOS ALCANZA EN MEDIO DEL CAOS
David fue un hombre de gran fe que se convirtió en un rey piadoso, sabio y amado. "Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba con él" (1 Samuel 18:14). Él era un hombre de mucha oración, que alababa al Señor como poca gente lo hacía y bendecía el corazón de Dios con sus canciones. Nadie podría haber tenido mayor intimidad con el Señor que David.
Nos encanta leer acerca de las muchas proezas de David (matar leones y osos y, finalmente, el poderoso gigante Goliat). El Espíritu de Dios estaba sobre este hombre y el Señor claramente tenía un gran plan para su vida. Pero luego el Rey Saúl fue tras David con ira y David corrió por su vida, escondiéndose en cuevas hasta que simplemente se cansó de la batalla. Estaba cansado y debió pensar: “¡Estoy tan harto de esto! Si soy tan especial para el Señor, elegido para esta hora,
En su momento de desesperación, David huyó a un lugar llamado Gat, la misma ciudad natal del gigante Goliat, a quien había matado. David no había consultado al Señor acerca de esto; él sólo huyó impulsivamente. Buscando refugio, David puso su vida en manos del rey Aquis de Gat; y quedó atrapado en su propia insensatez.
A pesar de que David fue infiel en ese momento, Dios se mantenía fiel y su plan para David todavía estaba en su lugar. Dios no lo descartó; de hecho, él estaba moviendo todo a su lugar para garantizar la bendición de David. “Yo ungí a David como rey, ¡y él será rey! Él tiene un corazón contrito y mi plan para él todavía está en la agenda”.
Quizás, como David, tú has pasado por algún tipo de período sin sentido en tu vida. En medio del caos, has actuado según la carne y has corrido delante de Dios. Si es así, ¡no te desesperes! Es posible que te hayas desviado, pero el plan de Dios todavía está en su lugar. Tu padre permanece fiel.