DIOS PERMANECE FIEL
Supón que uno de tus hijos fue herido y está pidiendo tu ayuda a gritos. Como su padre, ¿te apresurarías a ir inmediatamente en su ayuda o te detendrías a analizar la calidad de su confianza en ti? Correrías a su encuentro sin dudar, por supuesto, motivado por el amor y la preocupación
¿Qué clase de padre terrenal dejaría a su hijo sangrando y herido simplemente porque éste no expresó con su voz algún tipo de fe en él? Y lo mismo puede ser dicho de nuestro Padre celestial. Él nunca dejará que ninguno de sus hijos sufra solo ni cerrará su oído a su clamor simplemente porque su fe en él sea débil.
Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo” (2 Timoteo 2:13).
Mi fe, tu fe, toda fe debe descansar en la bondad y preocupación de nuestro Padre celestial; se nos ordena gloriarnos en su amor y en su eterna bondad.
“Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero…” (Jeremías 9:24).
Dios ama tanto a sus hijos, que él los oye antes de que ellos lo llamen. Por esa razón David oró: “Oye mi voz conforme a tu misericordia; oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio” (Salmos 119:149).
¡Hay tantos cristianos que tienen dificultad en comprender el gran amor de Dios para ellos! Él te ama y viene en tu rescate aun cuando tu fe es débil, cuando no mereces ninguna respuesta de su parte; todo ello, debido a su ternura y compasión.
“Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira y grande en misericordia” (Salmos 103:8).
Una gran paz inundará tu vida cuando estés convencido de que Dios te ama profundamente. Él vendrá a tu rescate e intervendrá en cada situación de tu vida. ¡Sea con una fe débil o no, nada puede estorbar su amor puro para ti!