EL MUNDO ESTÁ MIRANDO
Pablo les dijo a los colosenses: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto” (Colosenses 3:12-14)
Hay una razón por la que somos llamados a vivir como Cristo vivió. Debido a que el mundo mirará nuestras vidas, la forma en que vivimos, las cosas que decimos y hacemos y reflejará esas imágenes en Jesús. Ellos lo verán a él, como nos ven a nosotros. Nada trae mayor deshonra a la causa de Cristo que la gente que afirma conocerlo, pero que vive en ira, juicio y arrogancia. Gente que vive en pecado e hipocresía dentro de la iglesia.
Y lo contrario también es verdad. Nada trae mayor honra a Cristo que las personas que irradian un estilo de vida de amor, compasión y bondad. Las personas que ven a otros como Jesús los ve a ellos y tratan a otras personas de la manera en que Jesús los trataría. Gente que vive como Cristo viviría.
Todos los días tú y yo tenemos que tomar esa decisión. Ya es un hecho que nuestras acciones se reflejarán en Jesús, pero aquello que reflejamos es una decisión que debemos tomar. Una decisión que tomamos día a día, hora a hora, minuto a minuto. ¿Elegiremos vivir en gracia, bondad y misericordia? ¿Elegiremos el perdón por encima de la represalia? ¿O viviremos en amargura e hipocresía?
Lo que decidimos hace toda la diferencia en cómo el mundo reacciona al mensaje de esperanza y salvación de Dios. Podemos estar seguros de que el mundo está mirando, ¡así que elije sabiamente!
Nicky Cruz, evangelista internacionalmente conocido y prolífico autor, se volvió a Jesucristo de una vida de violencia y crimen después de encontrarse con David Wilkerson en la ciudad de Nueva York en 1958 La historia de su dramática conversión fue contada por primera vez en el libro “La Cruz y el Puñal” escrito por David Wilkerson y más tarde en su propio best seller “Corre, Nicky, Corre”.