EL PODER PARA FRUSTRAR LAS TÁCTICAS DEL DIABLO
Es importante que tratemos de entender a Satanás y sus caminos, a medida que estamos siendo guiados por nuestro Señor. Necesitamos saber cómo el enemigo trata de frustrar los esfuerzos de Dios entre nosotros.
El odio de Satanás hacia los seguidores de Cristo es muy real. Él desprecia todo lo que Dios representa, y hará todo lo que pueda para alejar a la gente de la verdad. He sido testigo de su enojo desde que era un niño pequeño en Puerto Rico. Mis padres eran conocidos en toda la región por su práctica del ocultismo; así que crecí viendo el poderoso poder que Satanás tiene sobre aquellos que están bajo su influencia. Cuando mi madre se hizo cristiana, fue un golpe fatal para la obra que Satanás había construido dentro de mi familia. Alguna vez, ella fue una vez una de sus más grandes aliadas; y ahora se había convertido en su feroz enemiga.
Después de que mi madre le había entregado su vida a Jesús, mi esposa, Gloria, y yo estábamos de visita en su casa. Todas las noches, mientras estábamos allí, exactamente a las tres de la mañana, Gloria se despertaba por un sonido aterrador fuera de su ventana. Cuando ella nos contó acerca de ello, mi madre se rió y dijo: “No dejes que eso te moleste. Desde que me convertí en cristiana, los demonios han estado enfadados conmigo. Diles que se callen, luego vuelve a dormer”.
Gloria no estaba segura de qué pensar de su consejo, ya que ella no había crecido viendo las cosas que mi familia había experimentado. Pero así es como siempre he intentado lidiar con Satanás y sus astutos demonios. A pesar de sus ataques, por más aterradores que puedan parecer, el mejor enfoque es simplemente enfocarse en la persona y el poder de Jesús. Todo lo que Satanás está tratando de hacer es crear una distracción en nuestras vidas para evitar que le hablemos a la gente acerca de Jesús.
El apóstol Pablo nos recordó que Jesús despojó “a los principados y a las potestades" y que "los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15). A través de este acto, Jesús le dio a cada uno de sus seguidores la capacidad de desactivar el mal cada vez que surja en nuestra presencia.
Nicky Cruz, evangelista internacionalmente conocido y prolífico autor, se volvió a Jesucristo de una vida de violencia y crimen después de encontrarse con David Wilkerson en la ciudad de Nueva York en 1958 La historia de su dramática conversión fue contada por primera vez en el libro “La Cruz y el Puñal” escrito por David Wilkerson y más tarde en su propio best seller “Corre, Nicky, Corre”.