El Río Está Creciendo
Dios está llevando a Su iglesia, a estar completamente avivada para sobrellevar lo que está por venir
El profeta Ezequiel recibió una visión de un riachuelo que salía como un hilo del Templo de Jerusalén. Este hilo de agua empezó en el trono y descendió pasando por el altar, atreves del atrio del Templo, bajo la puerta del este de la ciudad y finalmente al desierto. Al fluir el agua, se intensificaba, haciéndose más profundas, estrechas y rápidas.
Al fijarse Ezequiel como fluían estas aguas, un hombre con una vara de medir se le apareció. Este hombre le señalo diciendo, “Sígame,” y llevo a Ezequiel a la mitad del agua. El profeta le dijo que entrase corriente abajo, y después de 1,000 codos (más o menos la tercera parte de una milla), el agua subió hasta llegar a los tobillos de Ezequiel. "(El hombre) me trajo a través del agua” (Ezequiel 47:3).
Ezequiel vadeo hacia adelante unos 1,000 codos más, donde el agua le llegaba hasta las rodillas. Después de unos 1,000 codos más el agua le llegaba a la cintura. Finalmente, después de otros 1,000 codos, el agua le llegaba a Ezequiel a la barbilla. En ese lugar, las aguas formaban un gran mar. La única forma que Ezequiel podía avanzar era nadando.
El hombre con la vara de medir llamó a Ezequiel hacia la orilla del rio. AL salir Ezequiel del agua, el hombre le dijo que mirase hacia atras al rio fluyente. Ezequiel estaba asombrado por lo que vio.
Dondequiera que Ezequiel miraba vio vibrante vida brotando.
El profeta vio una escena increíble a ambos lados del rio, saludables árboles, ramas llenas de frutos, y vegetación verde. Por donde el rio había fluido, todo vivía.
Fue una visita asombrosa, haciendo que Ezequiel exclamase, "Y cuando volví, he aquí, en la orilla del río había muchísimos árboles a uno y otro lado” (47:7). Lo que Ezequiel vio delante de él era crecimiento milagroso. Él tuvo que preguntarse asombrado, "Que clase de aguas son estas" Hacen que increíblemente brote tanta vida y tan rápidamente.”
El hombre con la vara pregunto a Ezequiel, "¿Hijo del hombre, has visto esto?” (47:6). En otras palabras: "Ezequiel, entiendes lo que ves delante de ti" Lo que Ezequiel estaba viendo era vida en abundancia. Pero no pudo haber comprendido lo que estaba viendo, porque era una visión del futuro.
Ezequiel nunca nos explica la visión, simplemente la comparte con nosotros. En el Nuevo Testamento, Pedro nos explica lo que vio Ezequiel cuando escribe: "Acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que vendría a vosotros, diligentemente inquirieron e indagaron, procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían. A ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos, sino a vosotros, en estas cosas que ahora os han sido anunciadas mediante los que os predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar” (1 Peter 1:10-12).
De acuerdo con Pedro, el profeta busco un significado de esta visión, pero nunca comprendió su revelación completa. Lo único que pudo hacer Ezequiel con su visión del rio era gozarse por aquellos que vendrían en el futuro, los que heredarían las bendiciones milagrosas que significaba esta visión.
Al mirar Ezequiel hacia atrás, y ver el crecimiento vegetal tan exuberante causado por el rio, fue testigo de un resultado glorioso del evangelio. La tierra seca floreció con vegetación exuberante y lustrosa en cada dirección, fue una imagen de la obra del Espíritu Santo a través de los tiempos. Dios le estaba dando a Ezequiel una visión del futuro, en esencia le estaba diciendo, "Déjame mostrarte como termina todo. Esto es lo que va ocurrir con Mi Iglesia en los últimos días.”
Estoy convencido que no ha habido un tiempo donde el pueblo de Dios ha estado mas seco, sediento, y mas habriento por la verdad que ahora. Pero todo esto esta por cambiarse ahora. Dios esta despertando a una generacion de oracion, mientras que les esta dando una revelacion de Su cercana venida. En los dias venideros veremos los dones del Espiritu Santo avivado entre el pueblo de Dios, incluyendo fe, evangelismo y profecia, tal como profetizo Joel: "Yo derramare Mi Espiritu sobre todoa carne; vuestros hijos e hijas profetizaran, vuestros ancianos tendran sueños, y vuestros jovenes tendran visiones” (Joel 2:28). Aun ahora el rio de Su Espíritu está empezando a moverse poderosamente a través de Su iglesia, un derramamiento sobrenatural de vida provocado solamente por gracia y misericordia.
La Iglesia tendrá que estar plenamente avivada para poder soportar lo que está por venir.
Después que Ezequiel vio el exuberante verdor que broto del desierto detrás de él, fue instruido a mirar hacia adelante, en la otra dirección. Ahí vio este poderoso rio desembocar del desierto al mar muerto: “Entonces me dijo: «Estas aguas salen a la región del oriente, descienden al Arabá y entran en el mar. Y al entrar en el mar, las aguas son saneadas’” (Ezequiel 47:8). Al desemboscar este rio de Dios en el mar muerto, traerá aguas saludables a este cuerpo de agua sin vida.
¿Qué es exactamente este "Mar Muerto" que vio Ezequiel? Es el mundo enfermo de pecado que vemos a nuestro derredor hoy en día al acerarnos más a la hora final. EL infierno ha entrada en erupción, en todo lugar hay extrema oscuridad y desenfrenada desorden o anarquía. Los noticieros están llenos de reportajes de perversiones, odio hacia Cristo, corrupción corporativa, locuras de placeres, toda clase de adicciones. Y la humanidad está siendo testigo de la peor plaga de alcoholismo de la historia.
Simplemente dicho, esto es "El mar Muerto" de la civilización. Y de acuerdo con la visión de Ezequiel, en este mar de muerte, el rio de Dios fluirá, sobrenaturalmente trayendo cambio. Una inundación de vida – Vida de Cristo – va a incrementar donde quiera que fluya este rio.
Podrás decir, “No veo esto ocurriendo ahora.” Yo estoy de acuerdo contigo, no parece que esté ocurriendo ahora. Esto es parcialmente porque satanás está haciendo un intento final y desesperado. Él está en estado de pánico, sabiendo que su tiempo se acorta, por eso está trayendo a relucir todas las armas que pueda. Sin embargo, Dios ha declarado, "No tendrás esta generación, diablo. Mi rio no podrá ser parado.”
Simplemente no podemos permitirnos juzgar por lo que vemos con nuestros ojos. Cuando Dios dice, "En los últimos días Yo derramare mi Espíritu sobre toda carne," Él lo hará. y Él ya ha demostrado que Su palabra es verdadera a través de los siglos. ¿Quién ha podido jamás parar su rio dador de vida? Nunca más será un riachuelo. No será disminuido por un diablo enfadado, o ralentizado por un incremento alto de iniquidad. Solo va a incrementarse, creciendo en presión y fuerza.
Así es como podemos saber que la visión de Ezequiel es para nuestros días.
Cuando Ezequiel dijo que vio "Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado” (Ezequiel 47:5), la palabra "nado" sugiere “aglomeración, sumamente numerosa.” Resumiendo, estas aguas salutíferas estarán llenas de vida, que, significa multitudes de peces. Donde una vez hubo muerte, habrá una aglomeración de seres vivientes.
“Junto a él estarán los pescadores, y desde En-gadi hasta En-eglaim será su tendedero de redes” (Ezequiel 47:10). This vision calls for many fishermen to come and fish in the healing waters, bringing in multitudes with their catch. ¿Qué significa multitudes de peces? Jesús dijo que haría de Sus discípulos “pescadores de hombres.” Está claro que estos peces representan personas, convertidas, reavivadas por el poder sanador de estas aguas fluyendo al mar muerto.
There is a common expression among fishermen: “All limits are off,” meaning, “Bring in as many fish as you can.” That describes the spirit behind Ezekiel’s vision: “Go for all you can. No one will be unreachable!”
Adictos, los que no van a la iglesia, Islámicos, personas de diferentes profesiones y condiciones sociales van a entrar en estas redes de "vida" que EL Espíritu tenderá ante ellos. Es más, aquellos que el mundo ve como “inalcanzables" serán completamente transformados por el evangelio.
Igual que pasó con los discípulos, esta gran pesca de los últimos días será tan grande que las redes se romperán. La iglesia casi no podrá atender a todos los que correrán hacia Jesús en esa hora. Como dijo Juan en Apocalipsis, el número de los que estarán de pie ante el trono de Jesús en el día final será tan cuantioso que nadie podrá contarlos.
La biblia nos dice que satanás enviará una inundación contra la iglesia. La intención del diablo es arrasar con los elegidos de Dios, y va a inundar la iglesia con aflicciones. Cuando ocurra esto, los creyentes soportarán fuegos que serán “siete veces más calientes.”
Sin embargo, Dios no permitirá que esta inundación demoniaca venga contra Su pueblo sin levantar un estandarte contra ella (ve Isaías 59:19). Él va a enviar el derramamiento más grande y poderos de Su Espíritu Santo de la historia, y ninguna fuerza – espiritual o humana – podrá pararla.
Querido santo, ¿ha venido el diablo contra ti con una inundación abrumadora? ¿Te estás ahogando en problemas y dolor, a la derriba en un mar sin vida? Podrás estar convencido que su pozo está seco. Quizás te has creído la mentira del enemigo que no hay nada fluyendo de ti que de vida.
¡No, nunca! Mientras que confías en El Señor Jesús y crees que El da el Espíritu Santo quien sea que se lo pida, debe saber que Él está dentro de ti como un pozo artesanal. En esta clase de pozo, el agua sale con fuerza por una presión subterránea, produciendo una corriente constante.
Podrás sentirte alicaído por tus circunstancias. Pero ninguna mentira del infierno, ni ningún poder humano, podrá parar este fluir de agua brotando de ti. “más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:14 Reina-Valera 1960, RVR1960).
No temas: el rio dador de vida del Espíritu de Dios está fluyendo en ese mar muerto dentro de ti. Es un rio más poderoso que la inundación de satanás. Y Ezequiel ha testificado que dondequiera que este rio fluya traerá vida nueva, verde y lustrosa a cualquier cosa que toque.
Esto es lo que yo veo venir: la cosecha de almas salvadas más grande de la historia.
La multitud de 3,000 que escuchó predicar a Pedro en el día de Pentecostés fueron todos salvados en ese día. Sin embargo, el fluir del Espíritu solo era solo un chorrito. Piensa en lo que está por venir cuando veamos ese rio desbordándose en este día final.
Aquí hay un resultado asombroso: “pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca” (Apocalipsis 12:16 Reina-Valera 1960, RVR1960). El rio que ahora está fluyendo sobre la tierra se tragara la inundación de satanás.
Le insto a que ore conmigo ahora: “Santo Espíritu, fluya en cada región desértica de Tu iglesia. Fluye en el desierto en cada una de nuestras vidas, y en el mar muerto de iniquidad de este mundo. Trae tus aguas salutíferas a los millones de almas que están perdidas en aguas muertas, multitudes que ningún humano puede imaginar. ¡Y perdona nuestra incredulidad, por limitar Tu alcance!” ¡Amen!