El Remedio de Dios para un Mundo en Crisis
Nuestro Señor siempre tiene un remedio para un mundo en caos, un remedio que ha utilizado durante generaciones para despertar a su iglesia; y es simplemente este: ¡Dios levanta a hombres y mujeres elegidos!
En tiempos como estos, nuestro Señor usa individuos para responder a un mundo en crisis. Toca a sus siervos de una manera sobrenatural, transformándolos y luego llamándolos a una vida de total sumisión a su voluntad. “Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios” (Salmo 65:4). En resumen, el Espíritu de Dios corteja a este siervo a tener comunión íntima con él. Allí, el siervo recibe la mente de Dios y recibe un llamado divino. Su alma está llena de urgencia y comienza a caminar con autoridad espiritual.
Cuando Dios elige a alguien para ser apartado para una obra especial y redentora, él llama a ese siervo, y según como responda el siervo se determinará el poder y la intensidad del toque de Dios en su vida. Este es el llamado a “venir” y nos convoca a salir de las actividades de la vida y a una búsqueda sin ataduras de la presencia de Dios. Considera a Moisés. Cuando se convirtió en el líder de Israel, de pronto, se volvió un hombre extremadamente ocupado. El pueblo de Dios constaba de millones y la vida de Moisés se volvió agitada mientras juzgaba y ministraba a la gente desde la mañana hasta la noche.
Al ver todo esto, el suegro de Moisés, Jetro, intervino y le advirtió a Moisés que se agotaría si no hacía algunos cambios. “Tú eres el pastor, Moisés, y necesitas encerrarte con Dios. Asigna a otros los trabajos de juzgar y aconsejar. Luego, enciérrate a solas con Dios, busca su presencia, obtén su mente y recibe su palabra. Esta debería ser tu prioridad” (ver Éxodo 18:19-22).
Moisés escuchó este sabio consejo; nombró a otros para que actuaran como jueces y consejeros y determinó aceptar el llamado de Dios para “venir”. La escritura dice: “Y Moisés subió a Dios” (19:3). “Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió” (19:20).
Moisés valoró la presencia de Dios en su vida, al igual que muchos cristianos que han experimentado este llamado, este urgencia divina de comunicarse con el Señor. El Señor te está pidiendo que “subas”, que te encuentres con él en el monte y que te llene de nuevo con su presencia.