El Secreto de la Fortaleza Espiritual
“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:28-31).
Estas son palabras poderosas del profeta Isaías. En este momento el mundo parece estar temblando y el pueblo de Dios necesita saber cómo mantener sus fuerzas en medio de todo ello. Acercarse a Dios en tiempos de crisis es necesario para mantener la estabilidad y la eficacia.
El salmista David dice: “¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, Que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas” (Salmos 31:19-20).
¡Esto es profundo! David nos está diciendo, en esencia: “Toda verdadera fuerza proviene de acercarse al Señor. De hecho, la medida de nuestra fuerza es proporcional a nuestra cercanía a él”. En pocas palabras, cuanto más cerca estemos de Jesús, más fuertes seremos. De hecho, toda la fuerza que necesitamos vendrá a través de nuestra vida secreta de oración.
El enemigo de tu alma quiere que te quedes sin fuerzas y usará todo lo que pueda, incluso cosas “buenas”, para evitar que pases tiempo a solas con Jesús. Él sabe que el tiempo que pasas con el Salvador te permite soportar el temor y la ansiedad, incluso en esta época preocupante. Nos enfrentamos a tiempos difíciles y nos encaminamos a cambios increíbles.
Cada uno de nosotros debe preguntar: “¿Qué tan cerca estoy de Jesús en esta hora?” Pasa tiempo a solas con él todos los días y busca su rostro en oración. Él promete oír cada clamor tuyo y saciar todas sus necesidades.