ESFORZARSE MÁS NO ES LA RESPUESTA

Jim Cymbala

Muchos de nosotros queremos más de Dios, pero no al punto de ser ridiculizados. Nuestras mentes occidentales piensan: “Serviré al Señor, pero permaneceré en control”. Pero no es así como comenzó la Iglesia. La Iglesia comenzó con cristianos controlados por el Espíritu que se entregaron a Dios. Eso es radical, sí, pero así es como lo hizo el Señor.

Algunos pueden decir: “Sí, pero hemos mejorado ese estilo de cristianismo del Nuevo Testamento”. Si es así, quiero ver el fruto espiritual que nuestras mejoras han producido. La gente puede haberse burlado de aquellos primeros cristianos “poco sofisticados”, pero miles fueron salvos en los primeros cuatro capítulos de los Hechos. La Palabra de Dios era atesorada. Las iglesias estaban llenas de amor sacrificial. Un entusiasmo santo impregnaba la atmósfera. ¿Realmente hemos podido mejorar esto?

En Hechos 2, mientras los discípulos se reunían en un lugar, el Espíritu Santo vino sobre ellos, y hablaron en lenguas que no conocían. No quiero discutir acerca del hablar en lenguas, pero quiero destacar que cuando el Espíritu vino sobre ellos, inmediatamente comenzaron a hacer algo que no podían haber hecho naturalmente. “Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿No son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? '"(Hechos 2:6-8).

Los discípulos realmente estaban hablando en lenguas que no conocían. Estaban haciendo algo que no podía tener otra explicación que la de que Dios era la fuente. Una expresión innegable de una vida controlada por el Espíritu es que seremos elevados por encima de las limitaciones de los talentos y habilidades naturales.

La ironía de la vida llena del Espíritu es que tenemos que renunciar a tener el poder para ganar un poder mayor. ¿Cuántas veces has fallado en hacer algo, así que te esfuerzas más? ¿Alguna te has esforzado más para tener la auto-disciplina de leer más tu Biblia o de orar durante más tiempo? ¿Para amar a una persona desagradable? ¿Para ser valiente cuando sentías miedo? ¿Cómo te resultó eso?

 

Jim Cymbala comenzó la iglesia Brooklyn Tabernacle con menos de veinte miembros en un pequeño y deteriorado edificio en una parte difícil de la ciudad. Nacido en Brooklyn, es un viejo amigo de David y Gary Wilkerson.