FE QUE PREVALECE
Pablo testifica haber sido afligido con pruebas y sin embargo terminando su carrera habiendo ganado la prueba de la fe. Él escribe: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7). Claro, Pablo sabía que todavía tenía mucho por hacer. Había grandes pruebas y sufrimientos por delante de él. Pero podía decir honestamente:
“Quizás no he comprendido a Cristo como quería y no he sido perfeccionado, pero cuando se trata de fe y de confiar en Dios a través de cada prueba sé en quien he creído y estoy persuadido. Cuando el enemigo viene como una inundación, sé que el Señor levantará bandera contra él. Y he aprendido todo esto en el horno de la aflicción.”
Comparto este testimonio con Pablo. Por la gracia de Dios, el Espíritu Santo me ha permitido atravesar un número de pruebas en años recientes, la más difícil fue el fallecimiento de nuestra nieta de doce años, Tiffany. El Señor proveyó fuerza y fe a través de esa terrible prueba y salí de ella diciendo: “Sé en quien he creído, y sé que tiene un plan. Dios no permitiría que este tipo de dolor profundo venga sobre mí y mi familia sin un propósito detrás de todo ello. Oh, Señor, te entrego esto a ti por medio de la fe.”
Piensa en tu propio sufrimiento o prueba. ¿Has tenido duda, temor o ira al tener que soportarlo? ¿Has acusado a Dios de poner demasiado sobre ti, de colocarte en tu prueba innecesariamente? ¿Estás al borde de darte por vencido, pensando: “He sido fiel en orar, en leer la Biblia, en ir a la iglesia, pero nada funciona”?
O puedes todavía mirar hacia al cielo y decir: “Sé que el Señor es bueno y voy a confiar en él a través de esto. No viviré en la duda, él me sacará para su gloria.” Si esto te describe, entonces tu fe ha soportado el fuego. Pero si no, tengo una pregunta para ti: ¿Cuántas pruebas más y aflicciones debes soportar antes de poder decir: “Mi fe ha prevalecido”?