FIJA TUS OJOS EN JESÚS

Gary Wilkerson

A todos nos gustaría caminar en total libertad de las cosas que alguna vez nos acosaron. Esto podría ser un pecado particular o un bagaje emocional de algún tipo. Incluso una profunda traición o una serie de desengaños pueden levantar un muro y llevarte a un lugar de cautiverio que te paralice en tu caminar con Dios.

¿Cómo puedes liberarte y mantenerte libre de la esclavitud? ¿Hay alguna manera de encontrar una victoria gloriosa, sostenida y poderosa en Jesucristo?

Algunos recurren a la consejería en un esfuerzo por liberarse, pero puede tomar diez o quince años lograr, a través de la consejería, lo que Jesús puede hacer en un instante. Y cuando él obra en nosotros, hace un trabajo duradero. Él nos libera y hace que continuemos caminando en esa libertad.

Cuando Dios llamó a Nehemías para ir a Jerusalén a reconstruir los muros, a todos les pareció que tomaría mucho tiempo. Su pueblo era en su mayoría esclavos y sirvientes y no tenían muchos recursos. Sin embargo, tenían una pasión por las cosas de Dios y pusieron se enfocaron en trabajar. A pesar del hecho de que Satanás trató de obstaculizar su trabajo de muchas maneras, ellos no se distrajeron de los propósitos de Dios y pudieron reconstruir los muros de la ciudad en sólo cincuenta y dos días (ver Nehemías 6:15).

Esos muros que habían sido derribados fueron restaurados porque Nehemías mantuvo sus ojos en el Señor y se opuso a los poderes del infierno. Del mismo modo, te animo a poner tus ojos en Jesús y dejar que él te afirme. Determina en tu corazón: “No se trata de mí, se trata de Jesús. Mis propósitos, mis planes y mis ambiciones están bajo sus amorosas órdenes. Gracias a él y a su gran sacrificio, él afirmará mis pasos y yo andaré en libertad”.

“Somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37).