Habilidad Dada por Dios para Mantener Tu Resolución
Hay muchas palabras hebreas y griegas en las Escrituras que expresan los matices, la profundidad y el significado del compromiso y la “resolución” de Dios hacia nosotros, y de nuestros votos y decisiones delante de él. Una definición del concepto de “resolución” en el Antiguo y Nuevo Testamento es: “Un decreto divino; una esperanza humana; una proclamación de verdadera intención y voluntad firme; un desafío por responder; compromiso de corazón y voluntad; una decisión que creará el momento; una nueva era; el comienzo o el final de un período o conjunto de conductas; una declaración o proclamación pública o personal que refleje un compromiso verdadero y un deseo profundo”.
La “fe con resolución” es el encuentro de una decisión humana honesta con el poder divino que nos insta y nos cambia. Es la intervención y transformación del Espíritu Santo en nuestra historia. Es la mano de Dios que sostiene la nuestra. Escucha esta promesa que Pablo les escribió a los tesalonicenses y que Dios mismo te la está escribiendo:
“Es por eso que siempre oramos por ustedes para que nuestro Dios pueda cumplir con su poder todos sus planes de bondad y gracia para con ustedes mediante la obra de la fe de ustedes; que por su poder, él les permitirá y los hará capaces de cumplir, dándole vida a la fe de ustedes, por su gracia”.
Es de suma importancia que nos demos cuenta de que sólo Dios, por su gracia y Espíritu, puede hacernos capaces de cumplir cualquier resolución. Pablo les recuerda a los filipenses su única fuente de poder: “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13). Este es un principio espiritual, una ley del reino, ese momento en el que Dios responde en respuesta al corazón que reconoce completamente su insuficiencia y absoluta incapacidad para agradarle por su propia fuerza o voluntad. Es la muerte de la voluntad propia, la determinación propia, la autodependencia y la confianza en uno mismo lo que nos lleva al poder de la resurrección. Es la conexión divina y el momento en el que todo el potencial, la omnipotencia y la capacidad del cielo entran en escena para hacer posible tu resolución humana.
Es sólo por su poder que podemos cumplir y lograr la resolución que él escribe en nuestros corazones por su Espíritu.
Claude Houde es el pastor principal de Eglise Nouvelle Vie (Iglesia Vida Nueva) en Montreal, Canadá. Bajo su liderazgo, la Iglesia Nueva Vida ha crecido de unos cuantos asistentes a más de 3500, en una parte de Canadá en la que hay muy pocas iglesias protestantes exitosas.