Has Sido Adoptado
A los que vivimos en la era del Nuevo Testamento se nos ha dado un gran testimonio. No sólo tenemos que considerar las obras de Jesús, sino también las grandes obras de la iglesia del siglo primero. Si a esto le sumamos los dos mil años de personas piadosas “que hacen obras mayores que estas”, podemos vislumbrar quién es nuestro Padre celestial.
Tú podrás decir: “Yo conozco al Señor. Tengo una relación íntima con él y yo sé quién soy en Cristo”. Sin embargo, Jesús puede estar diciéndote: “Es verdad, hemos estado juntos durante tanto tiempo y aún así no conoces a Dios como tu padre”. El propósito de la intimidad con Jesús es tener una revelación de quién es el Padre.
Dios quiere que tengamos una revelación de él como padre, ¡un Padre celestial! Jesús oró: “Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno” (Juan 17:21-22). Jesús estaba diciendo: “Tú dices que quieres conocerme, y eso es bueno, pero ahora quiero que conozcas a mi Padre como yo lo conozco y lo disfruto”.
Dios no sólo te eligió a ti, sino que te adoptó como su hijo. Y su Espíritu te dice que clames, “Abba” a él, diciendo: “Tú me has hecho heredero, un hermano para Jesús. ¡Eres verdaderamente mío!”
¡Qué maravilloso es saber que él nos eligió a cada uno de nosotros para ser sus hijos, únicamente por amor y misericordia. En su misericordia, él te dice: “Te quiero, te elijo, porque quiero ser un padre para ti”.
¡Deja todos tus amores mundanos y síguelo hoy!