Impedimentos a la oracin que prevalece
A travs de la Biblia, se le ordena al pueblo de Dios orar en todo tiempo, tenemos que orar cuando estamos arriba y cuando estamos abajo, en tiempos buenos y malos. Y debemos orar en todo tiempo-periodos de gozo y salud, as tambin como de enfermedad o depresin; pocas de descanso y prosperidad, as tambin como de tristeza y dolor. No importa nuestra situacin o condicin, debemos orar sin cesar.
Yo creo que cada cristiano sincero desea orar. Pero por supuesto, no todos actan sobre ese deseo. An creyentes maduros descuidan la oracin. Cuando ellos pasan tiempo en oracin, lo encuentran difcil y tedioso, y pierden rpidamente el inters.
Cuando pregunto a mis amigos por qu encuentran tan difcil el orar, la mayora de ellos levantan los hombros. Su amor por Jess es genuino, y tienen grandes deseos de orar. Pero se encuentran desconcertados del por qu no son mas persistentes en la oracin.
Despus de mucha oracin y estudio de la palabra de Dios, el Seor ha iluminado este tema en mi vida. Los cinco impedimentos para la oracin que prevalece son:
A pesar de que ellos han escuchado el evangelio de la gracia predicado por muchos aos, algunos cristianos an carecen de la confianza de ser aceptados delante del Seor. Nada debilita ms el deseo de orar que esto. Usted simplemente no puede creer que sus oraciones son aceptadas a no ser que crea que usted es aceptado. Y hasta que usted arregle eso-hasta que usted est convencido que puede ir al trono de Dios sin condenacin-usted nunca experimentar la oracin que prevalece.
Pablo nos dice que Dios nos adopt simplemente porque el nos am: "Segn el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el amado" (Ef. 1:5-6). El Seor no nos adopt por ninguna otra razn que su gran amor por nosotros.
Usted puede decir, "Yo s que la palabra de Dios dice que soy aceptado, y yo s que Jess me dio acceso directo al trono de la gracia. Pero tengo mucha vergenza de acercarme. Todava lucho con una tentacin poderosa. Y en ocasiones todava peco. No he obtenido victoria total. As que la nica oracin que puede pronunciar es, "Dios aydame."
Djeme hacerle una pregunta simple: Ama a Jesucristo? Es usted su hijo, y es l su sumo sacerdote que intercede por usted? Entonces segn las Escrituras, no importa lo que usted haya hecho-usted tiene el derecho de entrar en su presencia y encontrar toda la misericordia y gracia que necesita. De hecho, este es justo el tiempo en que l acta como su sumo sacerdote.
"No tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo segn nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerqumonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (He. 4:15-16).
Cristo nos est diciendo, "S, yo puedo discernir cada pensamiento, bueno o malo, puedo ver cada ambicin secreta, cada lujuria y accin secreta. An as, te invito a que vengas confiadamente a mi trono. Yo deseo darte toda la gracia y misericordia que tu necesitas tan desesperadamente."
A menudo, sin embargo, los cristianos no actan sobre el ofrecimiento del Seor. En cambio, cuando ellos se rinden a una tentacin o pecado ellos tienden a huir del Seor. Ellos razonan de esta manera: Cmo puede el Seor recibirme, cuando le he fallado tantas veces en la misma rea? l ha sido misericordioso conmigo muchas veces antes. No creo que l me ayude en esto esta vez."
No hace mucho un esposo desesperado me escribi: "Me he vuelto adicto a la pornografa. No s como pas - simplemente qued muy enredado en esto. Estoy tan dolido por este pecado, me desprecio a mi mismo. Se lo he confesado a mi esposa y a mi Seor. Y yo s que todava amo a Jess con todo mi corazn. Pero simplemente no me puedo liberar. Yo vacilo en ir a l con este pecado, porque l debe estar furioso conmigo. Dgame hermano David, "puede Dios perdonarme?"
Este hombre ama al Seor. Sin embargo, esta enfermo y en gran necesidad de un mdico. S, el ha pecado en contra de la luz que se le ha dado. Pero el hecho permanece-Jess vino a ser un mdico a los enfermos, a los afligidos, a los posedos por demonios y aquellos en prisin incluyendo la prisin de la pornografa. Cristo es an el sumo sacerdote del hombre.
Sin embargo este creyente atado esta diciendo, en muchas palabras, "Mi conviccin de pecado me mantiene fuera de la habitacin del trono." Yo le digo: corra a su aposento secreto de oracin y derrame su corazn delante del trono de la gracia. Obtenga toda la misericordia que Jess tiene para usted. Luego, despus de que halla recibido su amor, mortifique su pecado a travs del poder dado por el Espritu Santo."
Algunos cristianos piensan que sus oraciones no sern aceptadas porque ellos descuidaron la oracin por mucho tiempo. Por meses o an aos, el Espritu de Dios los ha instado a venir al aposento secreto-animndolos y convencindolos, a travs de innumerables sermones y una conciencia quemante. Pero a travs del tiempo estas personas han construdo una represa de culpa. Ellos han aprendido ha orar pero no lo hacen.
Este es el reclamo de un esposo no creyente quien nunca fue a la iglesia con su esposa. Cada vez que ella le peda que fuera, el deca, "Me sentira como un hipcrita, porque no volvera." Finalmente, la vez que el acept y fue con ella, el fue salvo.
Bajo la incitacin del Espritu, yo una vez envi un costoso regalo a un hombre que me hizo un gran dao. Pasaron seis meses sin ningn reconocimiento por el regalo. Por supuesto, yo no estaba buscando los agradecimientos--yo simplemente obedec la orden de Dios de amar y bendecir a este hombre. Finalmente, lleg una carta, el hombre explic, "No contest inmediatamente porque no cre tener las palabras para decir gracias. No poda creer que hicieras tal cosa, despus de todo este tiempo. Me ha tomado largo tiempo llenarme de valor para decir gracias."
Muchos cristianos son como este hombre. Ellos no pueden creer que Dios los perdonara y cuidara de ellos despus de todo el tiempo que ellos le han descuidado a l. Ellos simplemente no van a l. Sin embargo, si yo puedo perdonar y bendecir a alguien que me ha herido y olvidar el problema, cunto ms nuestro Seor perdonar y bendecir a su pueblo?
Dios declara en Jeremas, "Mi pueblo se ha olvidado de mi por innumerables das" (Jeremas 2:32). Sin embargo, en el siguiente captulo, el Seor nos insta: "Mas vulvete a m, dice Jehov! (Jeremas 3:1,7).
Cuando algunos cristianos son azotados con problemas, se postran sobre sus rostros y oran como si su casa estuviera en llamas. Pero entre sus crisis, ellos raramente oran. La mayora estn demasiado avergonzados para admitir esto. Ellos piensan, "Seguro, yo clamo al Seor fuertemente cuando uno de mis nios ha sufrido un accidente. Yo oro con frenes cuando me entero que un conocido que amo tiene una enfermedad que amenaza su vida. Las nicas veces que oro es cuando estoy al final de la soga."
Amado no condeno esto, porque la Biblia no lo hace. La Escritura nos dice:
- "Habr considerado la oracin de los desvalidos, y no habr desechado el ruego de ellos" (Salmo 102:17). Dios nunca rechazar nuestras oraciones simplemente porque las ofrecemos en tiempos de crisis.
- "Hambrientos y sedientos, su alma desfalleca en ellos. Entonces clamaron a Jehov en su angustia, y los libr de sus aflicciones" (107:5-6). Estos versculos describen a personas que clamaron porque estaban al final de sus recursos. Con todo, Dios no los conden, diciendo, "Ustedes solamente me invocan porque estn en problemas. Dnde estaban ustedes en tiempos buenos? "No - l respondi su a clamor, sin ningn requerimiento."
- "Descienden a los abismos; sus almas se derriten con el mal. Tiemblan y se tambalean como ebrios, y toda su ciencia es intil. Entonces clamaron a Jehov en su angustia, y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego" (107:26-29). Reprendi Dios a esta gente por clamar a l en medio de sus problemas? No-l los libert y calm su tormenta.
Por qu Dios nos responde tan misericordiosamente cuando clamamos a l en una crisis, an cuando no le busquemos en otro tiempo? Lo hace por esta razn: l desea que despus regresemos a agradecerle. "Claman a Jehov en su angustia y los libra de sus aflicciones...se alegran, porque se apaciguaron...Alaban la misericordia de Jehov, y sus maravillas para con los hijos de los hombres" (107:28-31).
Yo creo que Dios nos est diciendo, "Yo har cualquier cosa para tener comunin contigo. As que, si tengo que sanarte y bendecirte durante tu crisis para llevarte al aposento secreto de oracin, entonces yo lo har."
A veces yo he entrado en mi aposento secreto de oracin con problemas, bajo una prueba, confundido. En tales ocasiones, yo he derramado mi alma a Dios. Yo no necesitaba que alguien me escribiera una oracin para recitarla. De hecho, nunca voy al aposento secreto con un manual de oracin. Y nunca he tenido una lista escrita para recordarme como orar. Yo simplemente no creo que el Espritu Santo responde a oraciones enlatadas. En cambio, Dios desea oraciones que vienen de nuestro corazn. Piense en esto-si yo quiero agradar a mi esposa, Gwen, no lo hara memorizando un soneto de Shakespeare. Ese simplemente no sera yo y ella lo sabe. En cambio, yo le dira, "Oye cario - te amo." Simple elocuencia-porque viene del corazn. Y Dios desea la misma clase de oracin simple, elocuente de su pueblo. Para l, la mejor oracin es la de accin de gracias por su bondad, expresada desde un corazn agradecido.
Nosotros pensamos errneamente que nuestras oraciones no prevalecern con Dios a menos que luchemos con l como Jacob, que oremos tres veces al da como Daniel, o quedemos totalmente exhaustos de hacer guerra espiritual. Por supuesto hay veces cuando la oracin ferviente es apropiada. Pero tenemos que sacar de nuestras mentes la idea que Dios no nos escuchar si no levantamos nuestras voces durante la oracin.
Este concepto errneo es una razn por la cual convertidos tmidos, de hablar suave, no desarrollan un hbito de oracin. Ellos escuchan a los cristianos maduros orando oraciones feroces, emitiendo gemidos, hablando de tomar el cielo por violencia-y ellos se intimidan. Ellos piensan, "Yo nunca podra orar de esa manera. Me avergenzo an de orar en pblico. Espero que nunca sea llamado a orar en la iglesia."
Cuando Gwen y yo nos sentamos para cenar recientemente con parejas cristianas. Yo le ped a uno de los esposos que pida la bendicion. Rpidamente me susurr, "Por favor, pastor, pdaselo a otro. Yo s que este querido hombre ora frecuentemente en privado. Sin embargo, era demasiado tmido para pronunciar una oracin por nuestra comida.
Creo que Dios comprende eso. Por supuesto, hay un tiempo para orar fuertemente-llorar y agonizar, clamar intensamente, levantar nuestra voz y no darle a Dios descanso hasta que responda. Despus de todo, Jess mismo or en voz alta cuando estaba en el jardn.
Sin embargo nosotros, podemos hacer todas estas cosas fervientes sin emitir un sonido. Nuestras oraciones pueden ser tan feroces, poderosas y efectivas sin levantar nuestra voz. Ese era el caso de Ana, quien or diligentemente por un hijo: "Con amargura de alma or a Jehov, y llor abundantemente." (1 Samuel 1:10).
"Mientras ella oraba largamente delante de Jehov, El estaba observando la boca de ella. Pero Ana hablaba en su corazn y solamente se movan sus labios, y su voz no se oa; y El la tuvo por ebria" (1:12-13).
El acus a Ana de estar ebria. Pero esta mujer temerosa de Dios respondi, "No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehov...por la magnitud de mis congojas y afliccin le he hablado hasta ahora." (1:15).
Mientras Ana derram su alma delante de Dios, ella no pronunci ni una sola palabra. Sin embargo, su profunda intercesin e integridad movieron el cielo. Y el Seor bendijo la oracin de esta mujer con un hijo-el profeta Samuel quien se convirti en la voz santa de Israel.
Como Ana, a veces podemos estar demasiado dbiles, incmodos o confundidos para levantar nuestras voces a Dios. A veces todo lo que podemos hacer es llorar delante de l. Yo he estado en ese lugar, yo he ido a mi aposento secreto de oracin cansado, fatigado, dolido, deprimido, sin saber que hacer, no tena nada para ofrecer al Seor. Todo lo que poda hacer era sentarme en su presencia y decir, "Por favor, sostnme Dios. Te necesito."
David describe esta experiencia en el Salmo 6.
- "Jehov, no me reprendas en tu enojo, ni me castigues con tu ira" (6:1). Los problemas de David eran tan pesados, que l estaba convencido que Dios estaba furioso con l, castigndolo enojado por algn pecado secreto.
- "Ten misericordia de mi, oh Jehov porque estoy enfermo; sname, oh Jehov porque mis huesos se estremecen" (6:2). La situacin de David era tan abrumadora, que debilitaba su cuerpo y confundi su mente.
- "Mi alma esta muy turbada; y tu Jehov? hasta cuando?" (6:3). David no poda entender por qu Dios se demoraba tanto para librarlo. El clam, "Seor, cuando vas a sacarme de esto?"
- "Me he consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo de llanto mi lecho, riego mi cama con lgrimas. Mis ojos estn gastados de sufrir; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores" (6:6-7). David estaba tan atormentado por un dolor implacable, que llor toda la noche, incapaz de dormir.
Finalmente, Dios le dio una revelacin a David. sta le inspir tanto, que l se levant y orden a sus enemigos demonacos que huyeran: "Apartaos de m, todos los hacedores de iniquidad: porque Jehov ha odo la voz de mi lloro" (6:8). Cmo fue David capaz de recibir esta revelacin? Esta vino porque Dios escuch su llanto: "Jehov ha odo mi ruego: ha recibido Jehov mi oracin." (6:9). Cada lgrima de David era una oracin, cada gemido era una voz levantada en alto. Y nuestro Seor es fiel para escuchar el lloro de aquellos que le ruegan.
Ya hemos visto la efectividad de las oraciones quietas y sin hablar. De hecho, cuando Pablo habla de "orar sin cesar," yo creo que l se est refiriendo a la oracin mental--la clase de oracin que puedes ofrecer mientras estas en tu carro, el mnibus, limpiando tu casa, trabajando en el jardn, sentado en una reunin de negocios de la iglesia. (Yo he tenido que interceder continuamente por nuestras reuniones de negocios de la iglesia, con constructores y abogados en la ciudad de Nueva York).
Sin embargo, es raro que la oracin mental sea suficiente para nuestras vidas. Si la oracin mental es la nica oracin que ofrecemos al Seor, nunca tendremos poder prevaleciente sobre el pecado y no disfrutaremos de la profunda intimidad que podramos tener con Jess. Cristo nos instruye, "T cuando ores, entra en tu aposento y...ora a tu Padre que est en secreto" (Mateo 6:6).
Yo recibo un bendito alivio cada vez que clamo en oracin al Seor. Algunas veces conduzco al campo, salgo del automvil y camino por all; levantando mis manos al cielo mientras contiendo con Dios. Grito mi dolor y confusin a l hasta que siento que he prevalecido en mi problema.
Yo creo que David hizo tambin esta clase de oracin en voz alta. El escribe en el Salmo 3.
- "Oh Jehov, cunto se han multiplicado mis adversarios!" (3:1). David vio a sus enemigos aumentar delante de l.
- "Muchos son los que dicen de mi. No hay para l salvacin de Dios." (3:2). La gente abandon a David, diciendo que estaba mas haya de toda ayuda.
- "Con mi voz clam a Jehov, y l me respondi desde su santo monte" (3:40). Finalmente, David clama al Seor por ayuda. Cul fue el resultado de ese clamor? "Yo me acost y dorm, y despert, porque Jehov me sustentaba" (3:50). David recibi paz al pronunciar su clamor en voz alta Dios. El testific, "No temer a diez millares de gente, que pusieren sitio contra mi" (3:6).
Ningn ser humano tiene la inclinacin natural para orar. Y nadie puede orar efectivamente por su propia voluntad o disciplina. La oracin consistente nunca puede ser obtenida a travs de la firmeza y determinacin humana.
El deseo y abilidad para orar viene tan slo del Espritu Santo dentro de nosotros. Sin su ayuda completa, simplemente no podemos orar--porque no sabemos cmo. Pablo escribe: "El Espritu nos ayuda en nuestras debilidades: pues qu hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles." (Ro. 8:6).
El Espritu Santo tambin mantiene nuestras oraciones centradas en Jess. Mientras estamos orando, l sobrenaturalmente nos abre el entendimiento a las palabras de Cristo, como tambin el resto de las Escrituras. A la inversa, es peligroso orar con nuestras mentes en neutro, sin embargo, para mi sorpresa, muchos cristianos hacen esto. Estan convencidos que si dejan su mente en blanco durante la oracion, cualquiera voz que escuchen ser la voz de Dios. Amado, as es como entran los engaos.
Cristianos han escrito a nuestro ministerio reclamando que son uno de los dos "testigos" mencionados en el libro de Apocalipsis. Cmo llegaron a tal conclusin? Ellos dicen, "Una voz me lo dijo mientras estaba en oracin."
Sin embargo, hay un engao sobre todos los dems entre aquellos que nos escriben. Una voz les dice, "Vas a recibir una gran suma de dinero, permitindote consagrarte totalmente a la obra de Dios. Entonces vas a ganar lderes y naciones para el Seor." Algunos cristianos han vivido bajo este engao por dcadas. Cmo recibieron tal revelacin? Ellos claman, "Yo or, vaci mi mente y esper que Dios hablara."
Cada vez que vamos a la oracin tenemos que unir nuestras mentes a la Palabra de Dios: "Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 Corintios 10:5). Tenemos que fijar nuestras mentes en las Escrituras, buscar su rostro y confiar que el Espritu Santo nos gue soberanamente.
Debe entristecer terriblemente al Espritu de Dios ver un mundo espiritualmente ciego orar diligentemente, mientras los cristianos continan descuidando su aposento secreto. Considera:
- Millones de musulmanes se arrodillan y oran hacia la Mecca, tres o cinco veces al da. No importa dnde esten, ellos intrpidamente extienden su manto y se postran, sin importarles lo que otros piensen de ellos.
- Los Judos alrededor del mundo oran y cantan--en aviones, omnibuses, centros comerciales--sin importarles lo que otros piensan.
- Los catlicos por todo el mundo oran con el rosario, dicen Dios te salve Mara y el Padre Nuestro, encienden velas para los muertos--sin importarles lo que otros piensan.
- Los monjes budistas oran sin parar, dando vueltas a ruedas de oracin constantemente. Los Hare Krishnas cantan por horas hasta que caen exhaustos. Los paganos se levantan temprano y se quedan despiertos hasta tarde, orando, cantando, sonando campanas en las esquinas de las calles, frente a establecimientos, en templos y mezquitas. Al cruzar la calle de nuestro edificio en Nueva York, yo puedo ver un guru religioso del este caminando por su apartamento cada noche, cantando y orando a sus dioses por una hora o dos.
Sin embargo, el nico Dios verdadero--el nico que puede contestar a oraciones--permanece descuidado. Mientras un mundo perdido ora a sus dioses e dolos fervientemente, los cristianos evanglicos se mantienen casuales hacia la oracin. Rara vez invocamos al Seor o pasamos tiempo con l. Sin embargo, l nos ha ofrecido su propio Espritu para ensearnos a orarle a l, para nuestro propio bien y bendicin.
Yo le pregunto--Realmente, quiere usted una vida de oracin consistente? Si es as, pdale al Espritu Santo que le ensee. El habita en usted, porque ha sido derramado sobre todos los creyentes. Simplemente ceda a su direccin.
El pondr un espritu de accin de gracias en su corazn. El pondr en usted el deseo de orar. Usted puede estar ocupado haciendo algo en el da, cuando de repente, un deseo de orar vendr sobre usted. Mientras usted responde a su invitacin, encontrar que su lengua se liberar--y un ro de oracin santa fluir desde su alma.