Isaías 16:6 describe vívidamente lo que le sucede a una nación orgullosa que cae bajo el juicio de Dios: “Hemos oído de la soberbia de Moab ... su soberbia, su arrogancia y su altivez; pero sus mentiras no serán firmes”. A lo largo de las Escrituras, la nación de Moab sirve como un símbolo que representa a todas las personas autosuficientes que le dan la espalda a Dios y caen bajo su juicio.
En los tiempos bíblicos, la cosecha siempre fue un tiempo de gran celebración, sin embargo, después de que el juicio cayera sobre Moab, no hubo gritos de “¡Cosecha!” resonando por las calles. Cualquier rastro de gozo en Moab se convirtió en una cosa del pasado y una nube de tristeza y dolor pendía sobre la sociedad.
Consideremos el paisaje en Estados Unidos hoy. ¿Qué ves y oyes? Nuestra orgullosa y altiva nación ha caído bajo la ira divina de Dios y hay mucho miedo. Cuando la destrucción golpeó las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York, el clamor fue: “Esto va a cambiar nuestra nación para siempre”, y eso fue cierto. La inocencia, el gozo y la alegría que muchos estadounidenses alguna vez conocieron se fueron para siempre y nunca volverán a ser recuperados.
Lo que necesitamos saber es que sólo Jesucristo es la fuente de todo gozo. El salmista dice de él: “Te ungió Dios … con óleo de alegría más que a tus compañeros” (45:7). El óleo mencionado en este salmo representa el Espíritu Santo. El escritor está diciendo: “Sólo aquellos que se esfuerzan para caminar más cerca de Jesús obtendrán el gozo de su Espíritu”.
Nosotros, que conocemos la justicia de Cristo, no debemos vivir como aquellos que están sin esperanza. Hemos sido bendecidos tanto con el amor como con el temor de Dios y él nos está diciendo: “Volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando” (Isaías 51:11). En otras palabras, “voy a tener un pueblo que volverá a mí con confianza, fe y seguridad. Ellos quitarán sus ojos de sus condiciones y de las calamidades que los rodean y recuperarán su canto de gozo”.