La Clave para Florecer
Fui guiado a leer y estudiar Apocalipsis 9:1-12, el capítulo sobre las langostas. Mientras leía el versículo 4 sobre el mandato de Dios a las langostas de no destruir nada verde, brotó en mí un pensamiento.
Me di cuenta de que la clave para permanecer a salvo en cualquier momento de terror era "permanecer verde". David escribió: “Yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; en la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre” (Salmos 52:8). El "verde" al que David se refiere aquí significa salud espiritual. Significa florecer, crecer, ser fructífero. David nos dice: “Mi salud proviene de confiar en Dios. Florezco porque me vuelvo hacia él. Mi confianza en él produce vida espiritual en mí”.
Aquí hay una verdad gloriosa sobre el poder de mantenerse verde. “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada” (Jeremías 17:5-6).
El Señor nos está advirtiendo: "No confíes en el hombre. Si pones tu fe en el poder humano en lugar de en mí, serás maldecido".
Sin embargo, el pasaje continúa describiendo lo que producirá nuestra fe si ponemos nuestra confianza en el Señor. “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.mPorque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto” (Jeremías 17:7-8).
Cuando confiamos plenamente en el Padre, echamos raíces en su río; y su fuerza divina, deliciosa y verde de salud espiritual fluye en nosotros y a través de nosotros. Mientras todo lo que nos rodea va decayendo, nosotros floreceremos como árboles verdes, sanos y fuertes. Cuando llegue la hora de la prueba, no languideceremos ni nos marchitaremos. En cambio, nuestra fe crecerá.