La Dualidad de Nuestras Emociones
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora… tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar… tiempo de callar, y tiempo de hablar… tiempo de guerra, y tiempo de paz” (Eclesiastés 3:1-8).
Una familia cristiana saludable es donde cada miembro es libre y se le anima a experimentar plenamente sus emociones. De hecho, nuestra responsabilidad como padres cristianos va más allá de alimentar y vestir a nuestros hijos antes de ir a la escuela o la iglesia. Necesitamos enseñarles a manejar todas sus emociones de una manera sana y bíblica.
Comienza con nuestro propio aprendizaje como adultos. Manejar tus emociones significa ser capaz de reconocerlas, comprenderlas, identificarlas, nombrarlas y expresarlas para canalizarlas adecuadamente. Debemos aprender continuamente a no reprimir o negar nuestras emociones, pero también a no dejar que nos dominen o definan.
Lo que somos incapaces de expresar o lo que reprimimos, nos impactará y eventualmente nos deprimirá. Manejar las emociones es un gran desafío para todos. De hecho, nuestra naturaleza humana es rica en una panoplia de emociones y sentimientos que se entremezclan todos los días y a lo largo de las estaciones de nuestra vida. La Biblia no niega la fealdad, la intensidad, la belleza o la dualidad de nuestras emociones.
Si nunca has orado así por ti, tu cónyuge o tu familia, te invito a que lo hagas de manera simple y sincera: “Señor, reconozco todos los sentimientos y emociones dañinas que hay en mí. No los niego. Ayúdame a identificarlos. Te los entrego. Ven y extiende tus pensamientos, tu fruto en mi corazón por el Espíritu Santo. Ven a revivir este don en mí. Ayúdame a vivir con una medida de amor, paz, paciencia, bondad, gozo, dominio propio y gentileza que esparcirá una atmósfera de sanidad en mi corazón y dentro de mi familia. En el nombre de Jesus. ¡Amén!”
Esta semana, no olvides que la vida más intensa y hermosa emocional y espiritualmente en tus relaciones, es vivir como un hijo de Dios que experimenta plenamente todas las emociones que Dios ha creado.
Claude Houde es el pastor principal de Eglise Nouvelle Vie (Iglesia Vida Nueva) en Montreal, Canadá. Bajo su liderazgo, la Iglesia Nueva Vida ha crecido de unos cuantos asistentes a más de 3500, en una parte de Canadá en la que hay muy pocas iglesias protestantes exitosas.