La Novia Apasionada
No todo el que está en lo que se conoce como la iglesia eclesiástica estará en la novia de Jesucristo.
No todos los que dicen: “Señor, Señor,” entrarán. Sabemos eso por las Escrituras.
Sin embargo, dentro de las iglesias eclesiásticas por todo el mundo existe cuerpo separado – un remanente santo – que será la novia de Cristo. Ahora mismo, Dios está preparando a esa novia para casarse con su Hijo. ¡Y él presentará a esa novia al novio en las bodas del Cordero!
Los creyentes que componen a esa novia pueden o no pertenecer a la iglesia organizada. Pero todos tienen algo en común: ¡Ellos tienen pasión por Jesús! Ésta es la primera característica de todos los que componen la novia de Jesús: están absolutamente enfermos de amor por su Señor. Ciertamente, ellos están marcados por su amor por él más que por su conocimiento de él.
La verdad es que la iglesia actual está siendo arruinada por una búsqueda muerta e intelectual teológica que no tiene un corazón por Cristo. Escuelas bíblicas y seminarios están repletas de maestros y estudiantes que pasan años engrosados en doctrinas, dispensaciones, errores bíblicos, arqueología, milagros, y el Jesús histórico.
Es la “inteligencia” de Jesús – sin un corazón para él – que ha producido la iglesia Laodicea de la actualidad. Somos una iglesia que tiene todo bien intelectualmente. Sabemos como suplir las necesidades de toda nuestra gente. Poseemos recursos, pensando que no necesitamos nada. Y nos sentamos pensando: “No tenemos nada mas que añadir. ¡Lo tenemos todo!”
Algunas iglesias aquí en la ciudad de Nueva York piensan que tienen toda necesidad cubierta. Contratan consejeros para los empleados, sicólogos, siquiatras – todo lo necesario para el cuerpo y mente humanos. Pero tal conocimiento, carente de un corazón apasionado por Jesús, sólo produce una congregación doblemente muerta.
Nunca en la historia ha habido más conocimiento mental acerca de cosas espirituales, con menos fervor por Jesús. Esta iglesia Laodicea de los últimos días, está llena de inteligencia sobre Cristo – ¡pero su corazón esta cerrado a él!
Un predicador puede pararse ante una congregación y derramar un chorro de inteligencia – conocimiento espiritual que ha acumulado del colegio bíblico, seminario o estudio personal – y todavía puede ser completamente aburrido. Sin un corazón apasionado por Cristo, ¡deja a los oyentes muertos! Si ese ministro sólo conoce a Jesús intelectualmente – si él no está enamorado de él – su conocimiento produce muerte, y falta de vida.
Ahora mismo, las masas que se sientan en la mayoría de las congregaciones por todo el mundo se están secando. Irónicamente, son alimentados por los predicadores más educados que se han parado ante un púlpito. Estos hombres han sido entrenados, y entrenados, y entrenados – ¡y sin embargo, nunca han tenido un corazón apasionado por Jesús! Les digo, la iglesia nunca tendrá un corazón de novia enamorada de Cristo mientras los corazones de los pastores estén fríos.
Jesús dice en Mateo 24:
“Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis.” (Mateo 24:44).
Esta es la segunda característica de la novia de Cristo: ¡una expectativa por su pronto regreso! La novia de Jesús debe vivir en una continua expectación de gozo por regreso inminente de su Amado – porque él puede llegar en cualquier momento.
Jesús advirtió, sin embargo, que en los últimos días ministros malos infiltrarían la iglesia con la intención de adormecer la novia. Ellos tratarán de quitar su corazón de amor por su novio declarando: "'Mi señor tarda en venir'” (versículo 48).
Este evangelio es predicado por hombres que no quieren pagar el precio de obedecer los mandatos de Cristo. Tienen hábitos pecaminosos y llevan doble vidas – así que naturalmente ellos no quieren que Jesús regrese. Por lo tanto, han inventado una doctrina para justificar continuar en pecado.
Un simpatizante del evangelio de dominio ha dicho: “No existe posibilidad que Jesús regrese por unos 30,000 años. Nos va a tomar todo ese tiempo para ganar control de la tierra de los malvados. Sólo cuando hayamos conquistado y arreglado al mundo, podremos traer al Rey Jesús de regreso.”
No sé de donde sacaron la cifra de 30,000 años. Pero eso es tan malo como el hombre que dijo que Jesús regresaba en septiembre de 1994.
No, ¡ambos están equivocados! La Biblia dice que aquellos que declaran que Jesús retrasa su venida son “siervos malos”: “Pero si aquel siervo malo dice en su corazón: Mi señor tarda en venir" (mismo versículo).
¿Cuál es el resultado de esta falsa enseñanza? Primero, termina en la muerte de todo amor – el apagar de cualquier motivación hacia una vida santa, de cualquier pasión por Jesús. También termina en lo que Jesús llama “golpear a sus consiervos” (versículo 49). Los que apoyan esta doctrina usualmente terminan en debates acalorados y de mal espíritu – peleando con otros teólogos, riñendo y gritándose.
Aún más, esta doctrina también termina en horrible mundanalidad. Muchos de los predicadores del evangelio de prosperidad han adoptado este aspecto de la teología de dominio. Ellos también predican: “El Señor retrasa su venida” – porque ellos quieren tiempo para disfrutar su éxito y prosperidad.
Algunos cristianos comprometidos dicen: “¿Por qué debo vivir con la expectativa de su regreso, si voy a tener una muerte normal? Puedo vivir la vida – bebiendo, fumando, maldiciendo, parrandeando. Y como el ladrón en la cruz, puedo clamar antes de morir: ‘Señor, ¡ten misericordia!’”
¡Amados, no hagan caso a este maldita doctrina de tardanza! Si eres parte de la novia de Jesús, estarás tan enfermo de amor por tu Señor que no dejarás que te convenzan. Al contrario, gritarás: “No escucharé tal maldad. Mi Señor dijo que debo estar preparado en cualquier momento para su regreso. Yo sé que él está cerca – y yo puedo sentirlo. Mi corazón clama dentro de mí, ‘Mira, el Novio viene.‘ ¿Por qué debo creer una doctrina tan necia como ésta?”
“Como el novio tardaba, cabecearon todas y se durmieron.” (Mateo 25:5).
Hasta que salió esta doctrina, no había vírgenes durmientes en la iglesia. La iglesia primitiva estaba bien despierta atendiendo a las palabras de Jesús. Sus lámparas estaban cuidadas y ardiendo, y tenían un buen suministro de aceite.
Pedro resumió el espíritu de la iglesia primitiva de esta manera:
“Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!” (2 Pedro 3:12).
Igualmente, Pablo dijo:
“(Nosotros esperamos)… mientras esperáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 1:7).
Entonces llegó esta perversa predicación: “¡Él ha retrasado su llegada!” Y fue entonces cuando el sopor y el sueño cayó sobre la iglesia. ¡Pero la novia de Cristo siempre ha descubierto este engaño!
En cada generación el diablo viene a la novia y le susurra a su corazón: “Tu Señor no viene por ahora. Anda – peca. Ni lo pienses. Tienes toda una vida ante ti.”
Pero la novia siempre contesta: “¡Mira, diablo – Jesús me dijo que me vistiera! Él me dijo que me adornara y lo esperara. Él dijo que podía venir en cualquier momento. Así que tira a un lado todas las graficas, razonamientos y fechas.
“Si el no viene pronto, entonces, ¿por qué el pulso de mi amor esta latiendo tan rápido? ¡Por que el clamor anhelante de mi corazón: “Si, mi Amado, ven pronto!’ Y, ¿por qué él ha pasado tanto tiempo conmigo últimamente, alejándome del mundo?
“Si él ha retrasado su venida, entonces ¿por qué escucho sus pasos acercándose? ¿Por qué escucho sus palabras en mi oído, ‘Pronto, muy pronto’? ¿Por qué siento su mano en mi cuello? [Cantares 2:6] Su Espíritu me dice, ‘¡Levántate, por ya voy! ¡Prepárate para empacar e irte!’ “
En Juan 20, María Magdalena personifica a la novia con el corazón totalmente entregado a Cristo. La vida de esta mujer estaba marcada por su amor y afecto por Jesús. Evidentemente, ella era una mujer de recursos, porque ella administraba sus necesidades junto a las otras tres Marías. Es muy probable que ella hiciera esto por pura gratitud, porque la Biblia dice que Jesús había echado de ella siete demonios. (Muchos piensan que María fue una prostituta, pero nada en las Escrituras sugiere esto.)
Hasta donde el mundo sabía, María Magdalena no era una intelectual. Ni tampoco fue una gran teóloga. Cuando los discípulos varones se reunían para hablar acerca de las cosas más profundas de la Cruz, ella quizás estaba en silencio, guardando sus propios pensamientos. Las mujeres de esos días rara vez hablaban abiertamente sobre asuntos espirituales en la presencia de los hombres.
Ni tampoco hablo ante los hombres de la sinagoga, como lo hizo Pedro. Ella nunca debatió con los escribas, fariseos o saduceos. Ellos podían pasarse todo el día hablando de cada pizca y nota de la ley, describiendo moralidad, discutiendo si había o no una resurrección.
No – la insignificante, pequeña María Magdalena era diferente a todos estos hombres adiestrados y entendidos. Sin embargo, ella tenía algo que ellos no tenían – algo más profundo que ni siquiera era conocido por los discípulos de Jesús. ¡Ella tuvo una revelación!
“El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada.” (Juan 20:1).
Quizás esto tomó lugar a las tres o cuatro de la mañana. Maria fue temprano al sepulcro mientras todos los demás dormían. Cuando ella encontró que la piedra fue quitada y el cuerpo de Jesús desaparecido, ella corrió a buscar a Pedro y Juan.
Cuando los discípulos llegaron, ellos entraron a la tumba y vieron las ropas de lino bien dobladas – pero ningún cuerpo. Ellos entendieron claramente que Jesús no estaba allí. Entonces, la Biblia dice, que los dos discípulos vieron y creyeron. (versículo 8).
Ellos recordaron las palabras de Jesús a ellos acerca de su resurrección en el tercer día.
El hecho que ellos vieron y creyeron fue perfectamente encomiable. Pero dos versículos después leemos:
“Los discípulos regresaron a su casa” (versículo 10).
Ellos estuvieron satisfechos con saber que Jesús ya no estaba allí. Así que volvieron a su vida normal.
¿No es parecida a la iglesia actual? Muchos cristianos dicen: “He visto el poder del evangelio. Por supuesto que creo.” Ellos identifican su relación con Jesús tan sólo por conocimiento mental.
¡No era así con María! La inteligencia no era suficiente para ella. Ella quería a Jesús mismo – y ella no se iba a mover:
“Pero María se quedó afuera, llorando junto al sepulcro.” (versículo 11).
Su espíritu estaba gritando: “¡Este mundo es intolerable sin él! ¡No puedo regresar a casa, tengo que estar con él!” Ella estaba decidida a quedarse allí, mirando fijamente dentro de la tumba, hasta que su corazón quebrantado recibiera una respuesta:
“… Es que se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto…” (Versículo 13).
María no se daba por vencida. Ella tenía un corazón consagrado que no podía satisfacerse con nada ni nadie excepto Cristo. Ella simplemente amaba al Señor. ¡Él era su vida!
¡Amados, esta es la imagen de la novia! Es esa clase de amor – una pasión ardiente por el novio – que trae una revelación de Jesús.
Y, por supuesto, el corazón devoto de Maria le trajo una maravillosa revelación:
“Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro, y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.” (versículos 11-12).
¡Fue una revelación del propiciatorio! Quizás recuerdas la descripción del propiciatorio del Antiguo Testamento: había un ángel a los pies y otro a la cabecera. Estos ángeles en la tumba ahora daban significado que Jesús mismo era el propiciatorio. ¡Ellos le estaban dando a María una revelación del propiciatorio de Cristo!
Mientras los otros discípulos estaban en sus hogares, María esta recibiendo una visita de la divinidad. Ella estaba viendo cosas que nadie más podía ver – ¡porque su corazón estaba entregado a Jesús!
Quiero hacer una declaración que – si la puedes aceptar – revolucionará tu vida: ¡Aquellos que tienen un corazón por Cristo recibirán la inteligencia de Cristo!
Si buscas el conocimiento de Jesús sin tener un corazón por él, lo vas a perder por completo. Puedes pasarte la vida estudiando a Cristo o sentándote bajo grandes maestros de la Biblia y todavía no conocer el corazón de Dios. ¡Pero, si tú simplemente tienes un corazón apasionado por Jesús, recibirás su revelación!
La novia dice: “Mi Amado esta en la gloria ahora mismo, como un hombre glorificado y como Dios. Él ha sido rechazado por este mundo. Y porque este mundo ha rechazado a mi Cristo, mi Amante, no puedo amar nada aquí. Mi corazón no está en esta tierra. ¡Está dondequiera que él está!”
¡El corazón de la novia está con su novio – sentado en gloria a la diestra del Padre!
Jesús se le apareció a María y le dio más revelación:
“…volvió la mirada y allí vio a Jesús de pie, aunque no sabía que era él. Jesús le dijo: --¿Por qué lloras, mujer? ¿A quién buscas? Ella, pensando que se trataba del que cuidaba el huerto, le dijo: --Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, y yo iré por él.” (versículo 14-15).
Maria estaba diciendo: “Entrégamelo. ¡Él es mío – mío!” Te pregunto: ¿Puedes creer que, aunque nadie más en la tierra conozca a Jesús, tú lo conoces? ¿Puedes creer que aunque nadie más en la tierra tenga a Jesús, tú lo tienes? ¡Después de todo, él es un Salvador personal! “¡Él es – mío!”
“María --le dijo Jesús. Ella se volvió y exclamó: --¡Raboni! (Que en arameo significa: Maestro).” (versículo 16).
¡Jesús sabe los nombres de aquellos que le aman – y él llamó a María por su nombre!
Entonces Jesús le dijo algo que no le había dicho a nadie. Y, haciendo esto, la hizo su mensajera a todos “los hermanos.” El próximo versículo lee: “…Suéltame,…” (versículo 17).
El griego original aquí significa: “Deja de apegarte a mí.” Jesús sabia que María no lo iba a soltar. Su corazón estaba gritando: “Te perdí una vez. ¡Pero nunca te volveré a perder!”
Seguro que tomó mucha valentía de parte de María para hacer caso a las palabras de Jesús. Ves, él le dijo que se iba por un tiempo. Él iba a ascender al Padre:
“Ve más bien a mis hermanos y diles: 'Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes.'” (Versículo 17).
¡Amados, aquí tenemos otra gran revelación! Jesús estaba diciendo: “Regreso a casa a mi Padre, donde seré la cabeza de mi iglesia. ¡Pero tú también vas! Si, Dios es mi Padre – pero él es tu Padre también. ¡Y tú vas a ir conmigo!” Jesús estaba hablando proféticamente – acerca de estar sentado en lugares celestiales con su iglesia.
Rápidamente, María volvió a los discípulos. Estaban todos juntos en una habitación, probablemente limpiando su caña de pescar. Ahora bien, estos hombres tampoco eran teólogos, ellos entrenados por tres años a los pies del Maestro.
Y ahora, María entra con la revelación. Estos hombres tuvieron que sentarse a escuchar de una mujer que había oído de Jesús. ¿Te puedes imaginar la escena? “¿Qué te dijo?” “¿Cómo se veía él?” Maria simplemente contestó: “Todo lo que sé es que lo vi. ¡Y él me dijo que viniera aquí y les dijera algo!”
Me encanta escuchar a hombres y mujeres devotos de Dios decir las palabras que dijo María: “¡He oído de él – y tengo algo que decir! Tales cristianos han estado encerrados con Jesús, anhelándolo apasionadamente. Y a su vez, él les ha dado su corazón y su mente. Lo que ellos reciben de él no es mera teología. No, es algo mayor que eso. Es una revelación que arde dentro de sus corazones, ellos corren hacia sus amigos, gritando: “¡Escucha lo que Jesús me dijo!”
Alrededor de los últimos ocho años, más o menos, he recibido numerosas invitaciones para que hablara en conferencias y convenciones de ministros. Sin embargo, sólo he aceptado dos de estas. ¿Por qué? Es porque no he recibido la revelación de Cristo para la mayoría de estos hombres en particular. Yo no hablaré nada si el Señor no me habla a mi primero.
Ese es el clamor de mi corazón cada vez que me preparo para predicar: “¡Señor, si tú no me vas a hablar, yo no voy a hablarles a ellos!” Si todo lo que tengo es un discurso, no significara nada. ¡Yo quiero ser como Maria Magdalena – tener un corazón tan entregado al Señor que él me dé su mente y diga: “Ve y dile a los hermanos!”
Estarás diciendo: “Pero, Hermano David – Maria Magdalena podía pasar todo su tiempo ministrándole a Jesús. Ella podía esperar en el devotamente todo el día, porque ella no vivía en nuestro tiempo tan agitado.
Ella no tuvo que levantarse temprano cinco días a la semana y trabajar en un ambiente malvado. Ella no era empujada y tratada a empellones en el bus o tren camino al trabajo. Ella no tuvo que confrontar acoso sexual en el trabajo. Es muy diferente para mí. Como puedo vivir una vida profundamente fiel en estos tiempos malvados?”
Lo admito – nosotros los cristianos en la ciudad de Nueva York no vivimos en un ambiente anticuado, callado, religioso y observante de la ley tales como Jerusalén o Betania. No – nosotros vivimos entre la generación más malvada, vil, corrupta, impía, fea y sucia de todos los tiempos.
Pero el Señor se vio a través de la historia hasta este tiempo, y él sabía exactamente como iba a ser nuestra generación. Él vio de antemano todo lo que estamos confrontando hoy en día. Y él no espera que escapemos de la ciudad de Nueva York y que corramos a alguna finca tranquila o a una montaña, para que meditemos, oremos y nos mantengamos dedicados a él.
Por favor no se confunda: Doy gracias a Dios por todos los que pueden hacer eso. De hecho, he pensado que eso es lo que yo debiera estar haciendo. Cuando nuestra sede estaba en Texas, pensé que me retiraría allí y simplemente escribiría libros hasta que el Señor me llamara. Pero ahora, aquí estoy en la ciudad de Nueva York – ¡y en Times Square, de todos los lugares!
Es bueno aislarse para buscar del Señor y restaurar nuestro cuerpo físico. Y es cierto que Jesús se alejaba para orar y meditar. Pero él sólo hacía eso parte de un día o durante toda una noche.
Yo creo que la devoción más grande es aquella que es practicada en el frente de batalla – en el calor de la batalla, con el fuego rugiendo a nuestro alrededor. En efecto, conozco a muchos creyentes cuya devoción ha sido fortalecida en medio de actividad agitada y guerra espiritual. Ellos no tienen que estar en la montaña para amarlo con todo su corazón; ellos no necesitan vivir en un pueblo aislado para ansiar su venida. Ellos han aprendido a amar a Jesús tan apasionadamente en su viaje hacia el trabajo como en su cuarto secreto de oración.
Amado, tu sentir de la cercanía de Jesús no puede depender de tus sentimientos. Cuando te sientes decaído, deprimido, o triste y no tienes tiempo de buscar del Señor, el diablo te inundará con sentimientos de culpa e indignidad. Pensarás que Jesús te ha dejado y esta diciendo: “Regresaré cuando tengas tiempo para mí.”
¡No – la cercanía de Jesús se mantiene por fe! No tiene nada que ver por como tú te sientas. Así que, cuando alguien está empujándote en el tren o en el elevador, solo di: “Oh, Dios, yo creo por fe que tú estas aquí, que tú estas cerca de mí. Protégeme, Señor – guárdame. ¡No permitas que esta basura se filtre en mi sistema!”
El amor verdadero ansía su compañía, sin importar cuán agitadas sean nuestras circunstancias. En efecto, vivir en una ciudad puede tener sus ventajas. En Nueva York, vemos y escuchamos acerca de asesinatos, violaciones, codicia, violencia, crimen y perversión que nos sentimos obligados a amar Jesús aun más. Y yo creo que la mayoría de la gente devota que compondrá a la novia saldrá de áreas urbanas malas.
Déjame darte lo que yo llamo “la vida consagrada para viajeros y pasajeros de trenes.” Traza la vida devocional para la “novia que es de la ciudad.” Es una forma sencilla de que los cristianos ocupados que viven en la ciudad lleven una vida devocional más profunda. No tiene nada místico. Al contrario, es muy práctico:
Sencillamente, la devoción a Jesús es confiar tan sólo en él para suplir cada necesidad de tu cuerpo, alma y espíritu. Significa dejar de esperar en cualquier persona o fuente que no sea que él para suplir esas necesidades. Oigo a muchas personas solteras decir: “Estoy enfermo de estar solo. Necesito una pareja. Después de todo, tan solo soy humano. ¡Mi necesidad sería cumplida si Dios tan sólo me da a alguien!”
No, una pareja nunca sería capaz de cumplir tal necesidad. En efecto, una pareja solamente te haría doblemente miserable – ¡porque no sólo tendrás tus propios dolores de cabeza sino los de él (o ella) también! Hasta que Jesús no sea tu enfoque – hasta que lo veas como tu verdadera satisfacción – te hundirás más y más profundo en la desesperación.
Un esposo o esposa puede decir: “¡Mi matrimonio está muerto! Mis necesidades no son suplidas. Soy terriblemente infeliz. La única razón por la que aún estamos casados es porque yo no creo en el divorcio.”
Si esto te describe, entonces nunca has aprendido lo que la novia de Cristo debe aprender. Cuando estás sufriendo en tu alma – cuando las cosas no te satisfacen – ¡debes correr a Jesús como lo hizo Maria, hasta que él se convierta en la fuente de toda tu satisfacción!
En cierto punto, Jesús quiso demostrarles a sus discípulos que él estaba por encima de cualquier situación. Así que llamo a Pedro para que saliera del barco y caminara sobre las aguas para reunirse con él. Pedro obedeció – y mientras se mantuvo concentrado en Jesús, él también estuvo por encima de todo, realmente caminando sobre las aguas. Pero cuando el discípulo comenzó a mirar su alrededor, comenzó a hundirse.
La novia de Cristo consistirá de aquellos que se han dado por vencidos tratando de buscar ayuda, solaz, comodidad o satisfacción en cualquier cosa de esta tierra. Ellos han aprendido a depender totalmente en Aquel que le encanta satisfacer cada hambre y sed.
¿Tienes este tipo de caminar con Jesús? Te insto – mantén tus ojos enfocados en tu Novio. Espera su regreso en cualquier momento. Y no mires a nada ni a nadie para que te satisfaga.
Mantente apasionadamente enamorado de Jesús – y confía en él para que se manifieste a ti en su plenitud.
¡Aleluya!