LA ORACIÓN QUE COMBATE LOS OBJETIVOS DE SATANÁS

David Wilkerson (1931-2011)

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8).

La Biblia nos dice muy claramente que, en estos últimos días, la Iglesia de Jesucristo enfrenta la ira de un demonio enfurecido. Satanás sabe que su tiempo es corto y está empecinado en devorar al pueblo de Dios (ver Apocalipsis 12:12). ¿A dónde dirige el diablo su ira? Él está apuntando a familias de todo el mundo y su objetivo es simple: traer la ruina y la destrucción a todos los hogares que pueda.

Jesús se refirió a esta obra demoníaca cuando describió a Satanás, al decir: “Él ha sido homicida desde el principio” (Juan 8:44). De hecho, vemos el plan destructivo del enemigo contra la primera familia: fue el diablo quien entró en Caín y lo convenció de que matara a su hermano Abel.

¡Llega un momento en que ciertas situaciones de la vida están más allá de la esperanza humana y alguien tiene que llegar a Jesús! En el evangelio de Juan, encontramos a una familia en crisis: “Había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo” (Juan 4:46). Esta era una familia distinguida, tal vez incluso de la realeza, sin embargo, un espíritu de muerte pendía sobre el hogar. Pero alguien en esa familia atribulada sabía quién era Jesús y había oído hablar de su poder milagroso. En su desesperación, el padre se encargó de llegar al Señor y las Escrituras nos dicen: “Cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él” (4:47).

Este noble estaba decidido y cuando llegó a Jesús, “le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir” (4:47). ¡Qué maravillosa imagen de intercesión! Este hombre dejó todo a un lado para buscar al Señor. Y entonces Cristo le habló una palabra, la cual el hombre creyó (ver Juan 4:50), ¡y recibió su milagro!

La oración ferviente y agresiva combate los objetivos destructivos de Satanás para arruinar a tu familia. Ora con fe, creyendo que recibirás un milagro.