La Vida Detrás de la Luz
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
Jesús fue y sigue siendo la luz del mundo. Juan dice que esta luz era producida por la vida que había en Cristo: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Juan 1:4). En pocas palabras, la vida que Cristo poseía, era su fuente de luz para el mundo, y todos los que creyeron “tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). ¿Qué es la “vida detrás de la luz” de la que habla la Escritura?
La mayoría de nosotros piensa en esta vida como la existencia eterna que está personificada en Cristo. La vemos como su poder para otorgar existencia eterna a todos los que creen, pero Juan está hablando de algo más aquí. Cuando él usa la palabra “vida”, está hablando de toda la biografía de la existencia de Jesús.
Jesús nos dice que debemos vivir como él. Para que seamos como Cristo fue en el mundo, su vida tiene que ser algo que podamos conocer y experimentar por nosotros mismos. Tiene que relacionarse con nuestras propias vidas.
Quiero decirles cómo yo me relaciono con la vida que está en Cristo. Me regocijo en las pequeñas cosas buenas que hizo y habló Jesús. Creo que sus acciones diarias, sus palabras y su caminar con el Padre están destinados a definir el significado de la vida de Cristo para nosotros.
Pienso en la amistad de Jesús con Lázaro. Pienso en él mientras se retiraba de las multitudes después de un largo período de ministerio. Pienso en él mientras se relajaba en la casa de María, Marta y Lázaro. Pienso en Jesús tomando a los niños pequeños en sus brazos y bendiciéndolos. Pienso en su obediencia a su madre incluso cuando era un hombre adulto cuando convirtió el agua en vino en la fiesta de bodas. Pienso en el amor y el cuidado de Jesús por los despreciados, los desagradables, los pobres. Pienso en su compasión por la mujer sorprendida en adulterio o en honrar a la viuda que sólo tenía dos blancas para dar.
En estos pasajes, encontramos las formas en las que debemos relacionar nuestra vida con la de Cristo. Así es como debemos vivir una vida en la luz.