LA VIDA RICA Y SATISFACTORIA
Al ilustrar para nosotros la vida rica y satisfactoria que Él tiene para nosotros, Jesús utiliza la imagen de un redil de ovejas. "Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos" (Juan 10:9). En el corral, Sus ovejas están a salvo de todos los enemigos. Se alimentan de los buenos “pastos” del reino de Dios, disfrutando de salud, paz y libertad.
Es esta vida bendecida, la que nuestro enemigo, el diablo, trata de robarnos. Satanás está empeñado en destruir nuestra preciosa fe y Jesús lo describe como un ladrón que se escabulló en el corral: "El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador…El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir" (10:1,10).
Si hay algo que Satanás quiere robar de nosotros, es la vida que Dios ha diseñado para nosotros. Él hace esto al tratar de sacarnos de los buenos “pastos” (por ejemplo, del alimento espiritual crucial) que Jesús nos ha dado. Los cristianos inmaduros son los más susceptibles, siempre y cuando se queden en una dieta de "leche", nunca avanzando a la carne de la Palabra de Dios. Son especialmente sujetos a las artimañas de Satanás en los tiempos de crisis. Ellos entran en pánico, llenos de miedo y preocupación, pensando: "No sé cómo tomar una decisión. ¿Dónde estás, Dios?"
Vi que esto sucedía mucho cuando yo estaba en el equipo pastoral de la Iglesia “Times Square” en la ciudad de Nueva York. La enseñanza con que las personas eran alimentadas allí era profunda y con mucha carne, elaborado a partir del estudio dedicado de la Palabra de Dios. ¡Imaginen mi sorpresa cuando los feligreses me dijeron que habían faltado al servicio para ir a escuchar un charlatán conocido, cuyo único enfoque era el dinero! ¿Cómo podían hacer eso después de una dieta constante de sólido alimento bíblico?
Esto nos lleva a un segundo obstáculo que enfrenta todo cristiano: el evangelio de fascinación de un falso maestro. Jesús enseña: "[Mis ovejas] al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños" (10:5). Tales "extraños" lucen, suenan y se visten como todo buen pastor. Pero el evangelio que predican, poco a poco lleva a la gente lejos de los ricos, satisfactorios y buenos “pastos” de Cristo a la destrucción de sus almas.
Es absolutamente necesario que aprendamos a oír la voz de nuestro Buen Pastor y seamos capaces de distinguirla de las voces de los falsos pastores. ¿Cómo lo logramos? Alimentándonos de la carne que nuestro Pastor ha proporcionado tan generosamente: " Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Romanos 10:17). La única manera de detectar un billete falso es conocer el original íntimamente. Sólo al sumergirnos en la Palabra pura de Dios, es que tendremos intimidad con la apariencia, el sonido, el aroma y el sabor de aquello que viene del cielo.