Las terribles consecuencias de descarriarse!
Una vez escuch a un predicador decir: "La Biblia nunca menciona nada acerca de descarriarse." Ese hombre no conoce su Biblia! Las Escrituras hablan bastante acerca de descarriarse, porque es un asunto muy serio-con consecuencias muy severas!
Al leer la historia de Israel y Jud, vemos una generacin tras otra descarriarse contra el Seor. Dios le dijo a Oseas: "...est mi pueblo adherido a la rebelin contra m" (Oseas 11:7). En hebreo, el significado es: "Mi pueblo tiene el hbito de darme las espaldas y alejarse de m. Siempre tuvieron esa tendencia!"
Y el clamor frecuente de Jeremas era: "Convertios, hijos rebeldes, dice Jehov, porque yo soy vuestro esposo..." (Jer. 3:14). "...oh, Jehov... porque nuestras rebeliones se han multiplicado... contra ti pecamos." (14:7). "(Refirindose a Jerusaln)... porque sus rebeliones se han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades." (5:6) [En todos los casos en espaol, la Biblia se refiere a descarriarse como rebelin.]
El trmino descarriarse significa, sencillamente: "volviendo su espalda a Dios." Irnicamente, el pueblo de Dios se descarri la mayora de las veces despus de tiempos de gran bendicin y prosperidad. A menudo, cuando Dios derramaba increble misericordia sobre Israel, el pueblo se alejaba de l.
"Cmo te he de perdonar por esto? Sus hijos me dejaron, y juraron por lo que no es Dios. Sacilos, y adulteraron,... Porque resueltamente se rebelaron contra m la casa de Israel y la casa de Jud, dice Jehov." (versos 7, 11). El Seor est diciendo aqu: "Los bendije, les favorec. Y ahora, han vuelto sus espaldas a m!"
En este pasaje, Jeremas describe exactamente quin es un descarriado. Primero, una persona descarriada es alguien que una vez disfrut las bendiciones y el favor de Dios. Camin ante el Seor con un corazn devoto, humilde y amable. Le encantaba orar y escudriar la palabra de Dios. l juraba: "Siempre servir al Seor, con todo mi corazn." Y por cierto tiempo, busc del Seor fielmente. Dej sus malos caminos y se deleitaba en la coinona que encontraba con otros santos en la casa de Dios.
Pero luego algo comenz a alejar el corazn de este creyente del Seor. Ya no tena un amor genuino. Al contrario, la rebelin entr a su corazn. Pronto perdi tanto el amor como el temor de Dios. Ya no temblaba en la presencia del Seor. Lentamente, su corazn se enfri.
Hoy, este descarriado se ha rebelado contra el camino estrecho y se ha vuelto a las cosas del mundo. Se ha cegado completamente, se ha vuelto necio, sin entendimiento. Ya no busca del Seor ni se vuelve a su palabra. Todo deseo de orar se ha ido. Y, no asiste a la casa de Dios. Se ha alejado completamente de la presencia de Dios-y va camino a la apostasa!
La Biblia lo dice bien claro: Descarriarse es una cosa mala y amarga-y tiene consecuencias horribles! "Tu maldad te castigar, y tus rebeldas te condenarn; sabe, pues, y ve cun malo y amargo es el haber dejado t a Jehov tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Seor, Jehov de los ejrcitos." (2:19).
"Y yo te plant de buen viedo, simiente verdadera toda ella: cmo pues te me has tornado sarmientos de vid extraa? (verso 21). El Seor est diciendo: "Cmo pudiste alejarte de m, cuando yo te plant y trat de establecerte? Sin embargo, te volviste y te alejaste!"
Probablemente conoces la historia de Jons. Te advierto, amado-porque lo que le pas a Jons le pasa a todo descarriado!
Aqu estaba un profeta de Dios, un hombre de fe genuina que amaba y tema al Seor. Ciertamente, Jons caminaba tan cerca de Dios que poda confiarle una palabra proftica para una ciudad entera. El Seor le dijo: "Levntate, y ve a Nnive, ciudad grande, y pregona contra ella; porque su maldad ha subido delante de m." (Jons 1:2).
Pero en vez de ir a Nnive, Jons se rebel y huy. Se fue a Jope, una ciudad martima a treinta y cinco millas al norte de Jerusaln. All compr un boleto en un barco de cargamento camino a Tarsis, una ciudad en Espaa reconocida por sus poderosas naves y por fundir metales preciosos. Era una ciudad malvada que representaba prosperidad, xito y poder.
Ahora, los barcos del Meditarrneo en los das de Jons navegaban por una ruta entre Jope y Tarsis, detenindose en los puertos de Grecia y Turqua. As que probablemente el viaje de Jons tomara unas tres o cuatro semanas. E inmediatamente despus que el profeta abord el barco, baj a su habitacin, se envolvi en una sbana y se durmi.
Pero Dios organiz una tempestad que interrumpi el tranquilo crucero del descarriado. De sbito, sin aviso, los vientos se tornaron violentos, las olas se levantaron altas, las velas se rasgaron, y el timn no serva para nada. La tripulacin estaba completamente a la misericordia de la tempestad. Dios haba turbado un mar entero para llegar a un hombre que estaba en desobediencia!
Probablemente, ni el capitn ni la tripulacin haban visto cosa igual. Atemorizados, comenzaron a descargar el barco y a tirar el cargamento al mar, para aligerarlo. Pronto todos los marinos comenzaron a clamar a sus dioses. Me los imagino buscando en sus bultos, agarrando y besando sus pequeas imgenes de bronce y sus dioses tallados de marfil. Probablemente has visto a muchas personas hacer lo mismo hoy en da-besando sus amuletos de suerte supersticiosamente, en tiempos malos!
Pero Jons, de alguna manera, sigui durmiendo en su habitacin a pesar de todo esto. Sin embargo, su sueo no era el sueo de una persona indiferente o vaga. Era el sueo de la tristeza -el sueo profundo de un hombre que saba estaba huyndole a Dios!
La mente y el cuerpo de Jons estaran agotados por la ansiedad constante y el tumulto interior de su descarro. Su conciencia estaba atribulada y l no poda escapar de ella: haba arruinado su ministerio. l haba tomado la decisin equivocada, y ahora su reputacin estaba destruida. Lo haba daado todo, perdido todo-y ahora el no tena futuro.
En ese momento, todo estaba mal entre Jons y el Seor. l estaba en desobediencia total, un fugitivo. Y tema el juicio y el castigo que sabia llegaran. Probablemente pas su primera semana en el barco pensando: "Cmo pude hacer esto? He tomado una mala decisin. He vuelto mis espaldas al Seor!"
Aunque un descarriado pueda dormir de noche, su sueo es el de una persona condenada. Recuerda el toque de Dios, sus brazos amorosos a su alrededor. Recuerda cuando estaba en la casa de Dios con todos los santos, en fuego por el Seor, sintiendo la mano de Dios en su vida. Pero ahora el descarriado solo da vueltas en su cama-porque le ha dado las espaldas a su amante Seor!
Descarriado, si ests huyndole al llamado de Dios, viviendo en desobediencia, slo tendrs un sueo profundo de tristeza. Te sentirs como una persona condenada, desgastada por la culpa y la ansiedad. Y puedes estar seguro que tu tempestad vendr-porque Dios te ama! Te has embarcado en el mismo viaje que Jons tom. Y como el profeta descarriado, sers sacudido por una batalla de vida y muerte por tu alma!
Djame preguntarte: Piensas que Dios se va quedar tranquilo y permitir que el diablo te aleje de l? Piensas que l permitir que simplemente te apartes de l y condenes tu alma? Nunca! Una vez le dijiste que le serviras toda tu vida-y l crey tu palabra. Jess roci su sangre sobre ti. Y ahora l est diciendo: "Esa es mi sangre, derramada por ti. T eres mo-y no te dejar. Tomar cualquier accin drstica para mantenerte. Te puedo poner en el vientre de una ballena. Pero no dejar que corras de cabeza al infierno!"
Existen tres consecuencias horribles para el descarriado. Djame compartir contigo estas tres consecuencias:
Al descarriarte, eres una de las personas ms peligrosas en la tierra-una bomba de tiempo!
Jons el descarriado, era un hombre marcado. l saba que Dios no le dejara salirse con su rebelin. Y cuando entr al barco en Jopa, se convirti en el hombre ms peligroso en el Mediterrneo. Por qu? Porque Dios lo estaba persiguiendo!
Cuando Dios tiene una controversia con un descarriado, esto afecta a todos a su alrededor. Vers, cuando la tempestad de ese descarriado llega finalmente, afecta a todos-su familia, sus hijos, sus colegas, amigos, hasta extraos. La tempestad dirigida a Jons puso en peligro a todos los que estaban en el barco, junto a todos los otros barcos que se encontraban en esa parte del mar. Cientos, quizs miles de vidas estaban expuestas a gran peligro.
Por aos he escuchado a adictos y alcohlicos decir: "Mi adiccin es mi pecado, solamente mi problema. No estoy haciendo dao a nadie excepto a m mismo." No! Las Escrituras demuestran que no es solamente tu problema. Es el problema de todo aquel que vive contigo, camina contigo, que te conoce. Dios te est persiguiendo-y eso te hace peligroso!
Una mujer me escribi una vez: Mi padre que era predicador se descarri del Seor. Renunci de la iglesia y dej el ministerio por completo. Entonces se divorci de mi madre y se cas con una mujer impa. l arrastr con todos mis hermanos y hermanas haciendo que ellos tambin se alejaran de Dios. Ahora l est tratando de hacerme caer. Me llama farsante, diciendo que debo estar de parte de la familia. Pero, alabado sea Dios, l no puede tocarme. Dios me est manteniendo!"
Recuerdo a cierto esposo y padre que fue librado de una terrible adiccin a drogas. Fue maravillosamente salvo y restaurado a su esposa e hijos. Dios bendijo a este hombre con un trabajo decente. Y cuando llegaba a casa del trabajo, sus tres hijos se sentaban en su pierna, contentos, dndole gracias a Jess porque su papi estaba en casa. Su hogar estaba lleno del favor de Dios.
Pero entonces el tentador apareci. Con el tiempo, el hombre volvi a usar cocana. Pronto su esposa vio algo en su rostro que no haba visto en un ao. Sus ojos estaban rojos otra vez. Ella susurr una oracin: "Oh Dios-no lo permitas!"
Pero ella saba que l haba cado una vez ms. Lleg del trabajo al medioda, tratando de tomar agua fra y caf para salir del aturdimiento. Ella supo entonces que l no estaba yendo al trabajo, porque lo haba perdido. Ahora, l estaba de vuelta en las calles.
Este hombre descarriado se hizo peligroso para su familia. Todo su dinero se haba cortado, y todas las bendiciones de Dios haban desaparecido. l trat de convencer a todos: "Es mi pecado, mi problema. Solo estoy destruyndome a m mismo." No-l estaba destruyendo a toda su familia! Sus tres hijos estaban amargados y enojados-enojados con Dios, Papi, Mami, y todo el mundo. Y ahora los nietos, la herencia santa, que este hombre pudo tener quizs nunca exista.
Hace solo unas pocas semanas, se descubri que uno de los ms grandes corredores de todos los tiempos de bolsas de valores en Wall Street-un hombre que manejaba muchos millones de dlares-era adicto a herona. l usaba drogas minutos antes de todas sus reuniones de negocios. Hasta envici a su esposa, junto a otro corredor de bolsas de valores en Wall Street. Este hombre perdi su trabajo, su casa, todo. Ahora, l y su esposa viven en uno de los refugios para desamparados en la ciudad de Nueva York.
Amados, nadie vive y muere para s mismo! Cuando David pec al censar a los israelitas, l tambin se convirti en un hombre peligroso. El juicio que Dios mand sobre l tambin cay sobre Israel. Y hablar de una tormenta mortal: 70 mil hombres perdieron sus vidas! David tuvo que clamar: "Yo pequ, yo hice la maldad: qu hicieron estas ovejas? Rugote que tu mano se torne contra m, y contra la casa de mi padre." (2 Samuel 24:17).
De igual manera, muchos cristianos descarriados estn enviando a sus compaeros de trabajo al infierno. En un tiempo estos creyentes eran un testimonio en su trabajo. Mantenan su Biblia sobre su escritorio y siempre estaban prestos para hablar de Jess. Sus colegas saban que haba algo genuino y diferente en ellos.
Pero ahora estos colegas impos notaron el cambio. Ellos saben que su colega cristiano est descarriado! No pueden explicar lo que pas en trminos espirituales, pero si saben que algo ha cambiado. Aquel entusiasta compaero Cristiano ahora era como ellos-y l era su ltima esperanza! Quizs se mofaron de l, pero secretamente pensaban: "Por lo menos puedo ir a l en momentos de problemas. Quizs hasta me pueda probar que hay un Dios."
Este cristiano descarriado les ha robado su esperanza, quitndoles la poca chispa de fe que pudieran tener. Ahora estos impos estn convencidos que es imposible servir a Dios. El descarriado se ha convertido en un peligro a sus mismas almas!
Cuando el capitn del barco encontr a Jons durmiendo, lo sacudi y lo reprendi: "Qu tienes, dormiln? Levntate, y clama a tu Dios;..." (Jons 1:6). l le grit a Jons: "Qu haces durmiendo, predicador? Tirate sobre tu rostro y ora!"
Imagnate-un profeta de Dios, reprendido por un marino inconverso! Todos los marinos estaban despiertos, clamando a sus dioses-pero el profeta de Dios estaba durmiendo. Jons haba perdido su testimonio!
Me imagino lo que el profeta pens cuando despert. l sinti el mover del barco, escuch a los hombres gritando de miedo, vio su habitacin llenndose de agua. Tena que estar pensando: "Oh, oh-este es el fin! Dios me ha alcanzado. Soy el causante de esta horrible tempestad!"
As que se apresur a ir a la cubierta para confesar. l dijo: "Hombres, esto es por mi. Soy un descarriado, huyndole a Dios!" "...porque yo s que por m ha venido esta grande tempestad sobre vosotros." (verso 12). Todos los marinos gritaron: "Por qu nos traes todos estos problemas? Por qu le tienes tanto miedo a tu Dios que huyes de l? A qu clase de Dios le sirves, Jons?" (verso 10).
El apstol Pablo tambin sufri varias tempestades en el mar. Pero no fue porque el estaba huyndole a Dios. Al contrario, Pablo estaba en paz con Dios. l poda estar confiado mientras su barco se hacia pedazos, y asegurar a la tripulacin impa: "No se preocupen, caballeros-ninguno de ustedes se perder. Escuch a Dios anoche. l me dijo que todos nos vamos a salvar!"
Si eres un descarriado, probablemente recuerdes un tiempo cuando podas estar confiado en cualquier tempestad o crisis. Como Pablo, puedes decirle al mundo: "Mi Dios puede!". Pero ahora lo nico que la gente ve en ti es temor y cansancio. Como Jons, ests dbil, no eres partido para el enemigo. No puedes mandar en la tempestad. No traes una verdadera esperanza a la situacin. Has perdido la dignidad que viene al caminar cerca con Jess. La lujuria mundana ha vaciado todo tu poder espiritual!
Peor de todo, el haberte descarriado le presenta al mundo un cuadro poco atractivo de la salvacin. T le haces ver que es ms provechoso ser un pecador que un cristiano. Ahora tus colegas dicen: "Por qu ahora ests tan irritable? Dnde est el gozo que una vez tenas? Por qu has dejado de tratar de persuadirme a ir a la iglesia contigo? Te has dado por vencido con Dios?"
No debe existir una sola rea en nuestras vidas en la cual parezca ser ms atractivo servirle al diablo que servirle al Seor. En toda rea debemos tener la apacibilidad, amabilidad, bondad y gracia de Dios. Nuestras vidas deben ser un testimonio que diga: "Sirve a Jess. l hace camino donde no lo hay. El te llevar a travs de cualquier tempestad!"
Pero el descarriado ha perdido ese testimonio. l puede decir cmo era servirle a Jess. Pero eso no es un testimonio, porque no tiene poder. Y esa es la reprensin de los impos! Cuando la tempestad te azote con toda fuerza, y te apareces en el trabajo con lgrimas de tristeza, te dirn: "Qu clase de cristiano eres t? Por qu no te pones de rodillas y llamas a tu Dios? Yo no puedo ayudarte. l puede!" Ellos te testificarn a ti!
Si le ests huyendo a Dios, sers tragado como Jons-en el vientre de una gran tribulacin! La tribulacin puede ser tu salud, tus finanzas o tu familia. Sin embargo, suceder no porque Dios quiere destruirte, sino porque t eres suyo. Acptalo ahora mismo, descarriado: ningn hombre o mujer que le huye a Dios escapa la tempestad. Y ningn poder humano puede librarte de ella!
"l (Jons) les respondi: Tomadme, y echadme a la mar, y la mar se os quietar:... Y aquellos hombres trabajaron por tornar la nave a tierra; mas no pudieron, porque la mar iba a ms, y se embraveca sobre ellos." (Jons 1:12-13).
Estos marinos impos trataron de librar a Jons. Eran marinos con experiencia y conocan el territorio de la profundidad. Mientras se imaginaban a Jons atacado por tiburones, vacilaron en tirarlo al mar. Pero, amados, cuando Dios est detrs de un descarriado, nadie puede impedir su plan divino!
Si ests huyendo del Seor, antalo: Tu crisis viene, y ser la tempestad de tu vida. Tus seres queridos y amistades pueden tratar de protegerte de ella, pero ningunos de sus mejores esfuerzos tendrn xito. Dios se ha decidido: l tiene un propsito al enviar la tempestad. Y l sabe que si eres rescatado de ella antes que l te discipline, nunca sers salvo!
"... y estuvo Jons en el vientre del pez tres das y tres noches." (verso 17). Despus de la tempestad viene el momento ms crtico y oscuro de tu vida. Se llama el hoyo de la desesperacin. La prueba de Jons le lleva a lo ms profundo de la tierra, donde no hay luz. l testific: "Descend a las races de los montes..." (2:6).
En qu condicin ms horrible se encontr Jons: oscuridad total, algas se adheran a su cuerpo, el agua le enlodaba constantemente. Y la presin fsica sera increble. Hasta los submarinos deben ser preparados para la presin antes de descender a las profundidades. Los tmpanos de Jons debieron estar en dolor constante.
Descarriado, te puedes imaginar la clase de oscuridad y hedor que haba all? Mralo bien-porque es un cuadro del lugar hacia donde te diriges! Viene sobre ti una noche de oscuridad terrible, un tiempo de desesperacin y abatimiento absoluto.
Jons tuvo dos opciones en su oscuro hoyo de desesperacin. Y las mismas dos opciones estn disponibles para todo descarriado que baja al vientre de una crisis oscura:
1. Te puedes entregar al abatimiento y desesperacin, convencido que Dios te odia por tu desobediencia. Puedes decir: "He cado tan bajo, que nunca puedo volver con Dios. No hay esperanza para m!" La desesperacin reinar en tu vida, hundindote cada vez ms profundo en el hoyo de desesperacin.
Jons fcilmente pudo entregarse al espritu de abatimiento. Si lo hubiese hecho, se hubiera muerto en el vientre de la ballena, y su nombre nunca ms fuera mencionado. Puedes objetar: "Pero Dios haba ordenado una misin para Jons. l nunca lo hubiese dejado morir all." No! Dios pudo encontrar a otra persona para la misin de Jons. Todos tenemos libre albedro para escoger-y Jons tuvo que escoger en cuanto a lo que su actitud se trataba.
Amado descarriado, tu tambin puedes darte por vencido en tu tempestad! Cuando todo est en contra tuya--cuando desciendes al hoyo ms bajo de la angustia, sintindote tragado por la desesperacin--pensars que Dios te ha abandonado. Sers tentado a decir: "No vale la pena. No le importo a Dios. No es posible que me ame, porque l ha permitido que todo este problema caiga sobre m."
Cuando llegas a ese punto de desesperacin, tienes que tomar una decisin. Lo que te lleva a la segunda opcin:
2. Puedes clamar a Dios por misericordia. Puedes volver al Seor, sin importar cun lejos has huido de l!
Gracias a Dios, Jons tom la decisin correcta: "Y or Jons desde el vientre del pez a Jehov su Dios. Y dijo: Clam de mi tribulacin a Jehov, Y l me oy; Del vientre del sepulcro clam, Y mi voz oste." (versos 1-2).
El propsito de tu tempestad es para presionarte a hacer lo que Jons hizo-volverse a Dios! El Seor te est presionando para que regreses a tu primer amor-para que regreses a su casa, clames a l, y confes y ores hasta que salgas del problema. Slo tienes que escoger hacer eso!
Esta historia verdica es para advertirte y animarte. Como t, Jons pens que Dios haba terminado con l. l clam: "Echado soy de delante de tus ojos: Mas aun ver tu santo templo. Las aguas me rodearon hasta el alma, Rodeme el abismo; La ova se enred a mi cabeza. Descend a las races de los montes; La tierra ech sus cerraduras sobre m para siempre..." (versos 4-6).
Pero al final, Jons hizo la decisin correcta, orando: "Cuando mi alma desfalleca en m, acordme de Jehov; Y mi oracin entr hasta ti en tu santo templo. Los que guardan las vanidades ilusorias, su misericordia abandonan. Yo empero con voz de alabanza te sacrificar; Pagar lo que promet. La salvacin pertenece a Jehov." (versos 7-9).
Tengo un amigo ministro a quin conoc hace unos aos. Am profundamente a este hermano. l era una de las personas ms dulces y apacibles que hubiera conocido-un hombre sencillo y confiado que tena una carga por las almas perdidas. Todos saban que l tena un llamado para hacer una gran obra para Dios.
Luego comenz a tener problemas en su matrimonio. Cada vez que lo vea, pareca ms fro que antes, cada vez ms abatido. Entonces un da recib una llamada de un mutuo amigo que me dijo que este pastor haba renunciado del ministerio. Dej a su familia y se fue con una mujer adicta a drogas que se haba descarriado del Seor.
Pronto la tempestad golpe la vida de este hombre con toda fuerza. Primero lleg la ruina financiera. Luego, descubri que, despus de todo, su amante no le satisfaca. Adems, ella lo haba enviciado a la marihuana. Ahora l estaba en una depresin profunda, sintindose miserable y desesperado.
Nunca olvidar la mirada en los rostros de esta pareja cuando tuve una reunin con ellos. Ningunos de los dos levant la vista. Ahora l estaba vendiendo drogas. Y ella saba que haba destruido la familia de un predicador del evangelio. Ambos estaban en el vientre de la ballena, completamente abatidos.
Yo le dije a este hombre: "An te amo, amigo. Quiero que sepas que caminar a tu lado. Ms importante an, el Seor te ama. Por favor-djame tomarte de la mano y traerte de nuevo al Salvador. El Seor restaurar todo lo que la oruga se ha comido."
Pero mi amigo estaba tan deprimido, tan desanimado, que respondi: "No, hermano David, me he ido muy lejos. He pecado profundamente e intencionalmente contra Jess. No hay manera que l pueda perdonarme por lo que he hecho. Me he hundido muy bajo!"
Me sent con ellos por dos horas con mi Biblia abierta, tratando de persuadirlos a volver. Pero nada de lo que dije pudo consolar a este ex-ministro. No pude sacarlo de su desesperacin.
Como Jons, este hombre tuvo dos opciones. Aunque se senta como que Dios se haba dado por vencido con l, tan solo tena que clamar desde el vientre de su infierno: "O Dios, he pecado contra ti. Librtame!" Y el Seor hubiese extendido su mano para libertarlo.
Pero cada vez que trat de alcanzar a este hombre despus de esa vez, me d cuenta que haba descendido ms profundo en el hoyo. Con el tiempo perd todo contacto con l. Lo ltimo que supe, fue que estaba muy lejos, en las profundidad del fango de la desesperacin.
Y t que estas leyendo este mensaje? Te has descarriado y rehsas volver a Jess? Puedes decir: "Hermano David, tu no sabes lo que he hecho y cun bajo he cado." Djame decirte amigo: si sigues nadando en tu temor, culpa y condenacin, sers aplastado en ella-y terminars con el corazn endurecido!
O, tienes otra opcin. Puedes decir: "No! He ledo un mensaje de esperanza-un mensaje de fuerza y poder en Jess. Puedo volver al hogar, a mi Seor. Puedo volver a l!"
Yo creo que tan pronto como Jons comenz a orar en el vientre de la ballena, Dios comenz a secar un lugar dentro del cavernoso pez y dijo: "Ahora, Jons, ven sintate aqu y adrame." Quizs Jons tuvo un gran avivamiento con Dios en ese lugar oscuro. Mientras tanto, Dios estaba guiando a esa ballena a travs del Mediterrneo, llevndola a la playa y haciendo que vomitara a Jons. Afuera, sali el hombre de Dios-libertado, ungido y al da con el plan del Espritu Santo!
Dios restaur todo para Jons. Y l quiere restaurar todo lo que el diablo te ha quitado. l quiere devolverte todo en buena medida. Por eso l ha dejado esta gloriosa promesa a todos sus hijos descarriados:
"Mas como la esposa quiebra la fe de su compaero, as prevaricasteis contra m, oh casa de Israel, dice Jehov. Voz sobre las alturas fue oda, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, de Jehov su Dios se han olvidado. Convertios, hijos rebeldes, sanar vuestras rebeliones. He aqu nosotros venimos a ti; porque t eres Jehov nuestro Dios." (Jeremas 3:20-22).
Todo lo que tienes que hacer es sencillamente regresar. Es la obra de Dios sanar tu tendencia a descarriarte: "sanar vuestras rebeliones..." (verso 22). Vulvete a tu corts y amante Salvador. l promete llevarte todo el camino hacia s mismo!