LOS BRAZOS MISERICORDIOSOS DE CRISTO
“He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Corintios 6:2, énfasis añadido).
Este mensaje es para todos los que se han alejado del Señor o le han dado la espalda. Según el apóstol Pablo, que escribió el versículo arriba mencionado: “Hoy es el día de la misericordia y de la gracia”. En otras palabras, si alguna vez planeas creer, ese tiempo es ahora.
Esta declaración de Pablo es tanto una invitación como una advertencia. La advertencia es la siguiente: “No recibas la gracia de Dios en vano. No ignores, descuides ni dejes de lado la oferta de misericordia de Dios. Responde a ésta ahora, mientras te es ofrecida”.
Jesús advirtió que muchos creyentes se alejarían y se enfriarían: “Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12). Su mensaje es claro: Muchos que antes estuvieron en fuego por las cosas de Dios van a caer. Van a deslizarse a la frialdad espiritual y algunos volverán a sus viejos caminos carnales.
Todo el retroceso que vemos hoy, el alejamiento de la fe a la incredulidad; llega en un momento en el que uno menos lo esperaría. Más bien, uno esperaría que la gente se acercará más a Dios. Estamos en el comienzo de aquellos días de “dolores” a los que Jesús se refirió (ver Mateo 24:8). Incluso las voces prominentes en el mundo están de acuerdo en que estos son días de una maldad indescriptible, marcados por una codicia incontrolable y perversiones sexuales desenfrenadas. Multitudes se entregan a adicciones de todo tipo, desde las drogas, al alcohol y a la pornografía.
Te pregunto: ¿Es este el momento de descuidar el día de salvación? ¡Absolutamente no! Si alguna vez has amado y seguido a Jesús, pero ahora eres frío e indiferente, el Espíritu Santo te está hablando. Él te está invitando a regresar a los brazos misericordiosos de Cristo. Con compasión, te exhorto a escuchar lo que el Espíritu Santo está diciendo.