Los Tiempos Difíciles Revelan Nuestro Corazón
Considera cómo se ve el cristianismo "normal" hoy en día en el creyente típico. Esta persona es un poco egoísta, un poco materialista, un tanto consumista. La mayoría de sus elecciones diarias son para mejorar su vida. Eso incluye sus actividades espirituales; desde los grupos de su iglesia hasta los podcasts que descarga y los seminarios a los que asiste.
No hay nada malo con ninguna de estas cosas. Nuestro Señor quiere que nuestras vidas sean bendecidas. Pero para algunos cristianos, estas no son más que actividades mundanas. Consisten en superación personal, no del reino de Dios. Y pueden drenar a un creyente del verdadero poder del evangelio.
¿Qué pasó con la vida de entrega total a Jesús? ¿Qué pasó con estar dispuestos a dar nuestras vidas por la causa del evangelio? Pablo dijo de su propio testimonio: “Ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder” (1 Corintios 2:4). Si no estamos viviendo una vida empoderada por Dios, no podemos culpar al Señor. No es porque su gracia carece de poder. El problema está en nosotros.
Es vital que los corazones de los cristianos estén verdaderamente preparados para lidiar con las cosas difíciles de la vida. Pablo dijo: “Debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural… aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2 Timoteo 3:1-5).
Pablo está hablando aquí de feligreses dedicados, pero los describe indicando que sólo tienen la forma de piedad. Él dice además que estos cristianos “siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad” (3:7). Cuando Pablo dijo en el primer versículo que vendrían tiempos difíciles en los últimos días, él deja en claro que el cristianismo "normal" no será sostenible. Los tiempos difíciles revelan la condición de nuestros corazones y Dios quiere que seamos llenos del poder del Espíritu Santo.
¿Estás oyendo la Palabra de Dios siendo predicada, pero no practicas lo que oyes? Si quieres ver su poder liberado frescamente en tu vida de hoy, determina en tu corazón que vas a buscar a Dios con intensidad y vas a seguirlo con total dedicación.