NINGUNA ARMA FORJADA CONTRA TI
“¡Vete! ¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos?... ¡Cállate! lo interrumpió Jesús y le ordenó: ¡Sal de este hombre!” (Lucas 4:34-35, NTV)
Quiero concentrarme en la frase: "lo interrumpió Jesús" Jesús quiere hacer eso en tu vida hoy. ¡Hoy! No cuando finalmente lo hayas complacido con tu perfección (porque tú nunca lo harás). La buena noticia es que hay un poder del Espíritu Santo a disposición de los creyentes de Jesucristo, que dice: "Voy a interrumpir esto" Incluso si se trata de un corazón apartado o alguna lucha con el pecado, en Su misericordia, bondad y gracia, ¡Él lo hace en este momento!
Satanás planea que te vuelvas adicto, desanimado, lleno de dudas, temor y ansiedad. Su plan no es sólo llevarte a ese punto, sino mantenerte allí. Una de las experiencias más dolorosas que tengo como un pastor es sentarme cara a cara con personas y oír sus confesiones:
"He sido adicto a esto o aquello durante diez años o quince años".
"Hace diez años, nuestro hijo huyó de casa y no está sirviendo a Dios".
"Durante los últimos cinco años nuestro matrimonio ha estado complicado. ¡Estamos a punto de colapsar!" Y la lista continúa.
Tengo una buena noticia para todos nosotros hoy. Jesús no sólo interrumpe, sino que ve el período de tiempo que Satanás quiere acosarte y dice: "Ya es suficiente. Es el momento de interrumpir".
¡Es tiempo de interrumpir! Es el momento en que tú digas que es suficiente. Satanás pretende construir armas contra ti. Así que necesitamos tener mucho cuidado de no tomar una especie de actitud ligera, relajada. Algo así como: "¡Oh!, bueno, Satanás no tiene ningún poder. Él no puede interferir en mi vida. Él no puede interrumpir lo que Dios está haciendo".
Él puede venir contra ti, ¿verdad? Tú ya lo has experimentado. Pero la buena noticia es que la Biblia dice que esas armas no van a prosperar.
“Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio” (Isaías 54:17).