JESUS ESTÁ ORANDO POR NOSOTROS

David Wilkerson (1931-2011)

En la Pascua, Jesús se volvió hacia el osado discípulo Pedro y reveló: “Pedro, Satanás me ha pedido que te entregue a él para que pueda zarandear tu propia vida”.

“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces” (Lucas 22:31-34).

Pedro se jactaba de tener una fe inquebrantable frente a los otros discípulos: “Señor, yo nunca dudaré de ti, antes preferiría morir”. Satanás estaba a punto de organizar un ataque sobrenatural a la fe de Pedro. Zarandear significa “sacudir violentamente”. En pocas palabras, el diablo quiso sacudir los cimientos de la fe de Pedro de la manera más severa posible.

Pedro había declarado su fe en la divinidad de Jesús, diciendo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16), por lo que su fe fue genuina, lo cual fue la razón por la que el diablo fue tras él. Cuando estamos en medio de una prueba, es difícil ver que estamos en el fuego debido a nuestro caminar con Jesús. Pero Pedro estaba a punto de convertirse en un pilar de la iglesia de Dios, lanzando el Evangelio al mundo en Pentecostés, y puedes estar seguro de que Satanás no iba a permitir que eso suceda sin una pelea.

Jesús sabía que el ataque satánico sobre Pedro estaba dirigido hacia su fe, así que preparó a su discípulo diciéndole: “He orado por ti”. ¡Imagínate, Jesús orando por ti! Muchos de nosotros hemos experimentado momentos de zarandeo, pero pocos pueden imaginar que los ataques de Satanás sean tan severos que nos sintamos tentados a negar a Jesús. ¡Qué consuelo saber que, incluso si experimentamos un tiempo de pausa en nuestra fe, Jesús está orando por nosotros, devolviéndonos la fortaleza para que, a su vez, podamos testificar a los demás!