​ENFRENTANDO AL ENEMIGO CON VALENTÍA

Nicky Cruz

Ya sea que lo creamos o no, es un hecho que Satanás está en una misión, una misión tan simple como puntual. Él está decidido a robar nuestra pasión y está determinado a lograrlo. Imagínate cuán efectivo podría ser si pudiera llevar a cabo esta única tarea, este único logro. Esto es algo que él necesita lograr desesperadamente.

Si Satanás puede robar nuestra pasión, quitar nuestra emoción por Jesús, evitar que estemos envueltos en pensamientos de ganar almas y alcanzar al mundo para Cristo, él podrá mantener su dominio en la tierra intacto. Él sabe esa verdad y trabaja con cada fibra de su ser para ver que suceda. En demasiadas maneras, él está teniendo éxito.

Con demasiada frecuencia los cristianos se preocupan y se quejan del futuro; lloran y lamentan por las muchas victorias de Satanás en el mundo, por cómo está ganando tantas batallas y ganando tanto ímpetu en este país, así como en todo el mundo. Hablan como si Satanás estuviera destinado a ganar. “Estamos perdiendo a nuestros hijos en la cultura”, dicen. “Nuestras iglesias se están muriendo en número y nuestra sociedad se está volviendo más malvada cada día”. Lo veo yo mismo, pero sé que cuando Satanás está ganando, es porque el pueblo de Dios se está encogiendo de hombros en lugar de levantarse y enfrentar al enemigo con valentía. Se están rindiendo muy fácilmente. La Palabra de Dios nos dice: “Vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él” (Isaías 59:19).

Anhelo ver el día en que los cristianos se paren hombro a hombro, brazo a brazo, en esta guerra contra Satanás y; finalmente, tracen una línea en la arena, justo en medio de su camino. Tú puedes ser parte de este ejército de soldados que se levanta contra Satanás en este día. Deja que tu corazón sea encendido por el Espíritu Santo y conviértete en un guerrero en esta gran batalla por Dios. La guerra se está librando, ¡así que toma tu espada y encuentra tu lugar dentro de sus filas!

Nicky Cruz, evangelista internacionalmente conocido y prolífico autor, se volvió a Jesucristo de una vida de violencia y crimen después de encontrarse con David Wilkerson en la ciudad de Nueva York en 1958 La historia de su dramática conversión fue contada por primera vez en el libro “La Cruz y el Puñal” escrito por David Wilkerson y más tarde en su propio best seller “Corre, Nicky, Corre”.