NUESTRO PADRE AMOROSO
A muchas personas les resulta difícil pensar en Dios como un padre amoroso porque lo ven a través de los ojos de las experiencias pasadas. Dios describe su naturaleza a Moisés como “misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad” (Éxodo 34:6).
Satanás adora sembrar en tu mente una visión pervertida del Padre, tal como lo intentó con Job cuando Job acusó a Dios de ser un "espía en el cielo". El diablo intenta hacerle creer que Dios está más dispuesto a condenarte que lo está a salvarte y bendecirte “Pero ahora me cuentas los pasos, y no das tregua a mi pecado; tienes sellada en saco mi prevaricación, y tienes cosida mi iniquidad” (Job 14:16-17). Job estaba diciendo: “Señor, me has estado siguiendo para ver si voy a fallar. Estás metiendo todos mis pecados en una bolsa y los estás guardando para el juicio en mi contra”.
La verdad es que Dios no estaba espiando a Job en absoluto. Él estaba tan lleno de amor por Job que se enorgullecía de él. Cuando estamos en medio de pruebas y dificultades, tendemos a olvidar lo que Dios dice acerca de su propia naturaleza. Sin embargo, si sólo pudiéramos creerle en dichos momentos, tendríamos paz y seguridad en nuestras almas. Vez tras vez, vemos:
- Dios está listo para perdonar en todo tiempo. “Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador” (Salmos 86:5).
- Dios es paciente con nosotros, lleno de ternura y misericordia. “Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras” (Salmos 145:9).
- Él es lento para enojarse. “Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia” (Salmos 145:8).
Cuando vayas delante del Señor en adoración, ten mucho cuidado con la clase de imagen de Dios que llevas a su presencia. ¡Sé un completo convencido de que él te ama y que él es todo lo que dice que es!