Obteniendo Esperanza del Testimonio de Job
La historia de Job y su calamitoso sufrimiento es bien conocida. En su punto más profundo de desesperación, Job declaró: “Se ríe del sufrimiento de los inocentes” (Job 9:23). En tantas palabras, Job estaba diciendo: “No vale la pena ser santo o caminar rectamente. Dios trata a los impíos y a los puros de la misma manera. Ambos sufrimos, entonces, ¿por qué esforzarnos para ser rectos?”
El ejemplo del sufrimiento de Job debería ser un gran consuelo para todos nosotros. Esto puede sorprender a algunos, pero Job representa a los creyentes de los últimos días que sufrirán pruebas feroces en los días venideros. De hecho, multitudes de cristianos temerosos de Dios enfrentarán los mismos fuegos que Job experimentó. Y necesitamos el ejemplo de este hombre sufriente para obtener esperanza para nosotros mismos.
Nuestra nación ha entrado en una época de sufrimiento y calamidad. A medida que examinamos los problemas que se acumulan a nuestro alrededor, mirar hacia el futuro puede mostrar una perspectiva aterradora, ya que todo lo que podemos ver son más incertidumbres, temores y crisis. Al igual que Job, nuestros corazones claman: “¿Qué vamos a hacer? ¿Por qué está sucediendo todo esto a los fieles siervos de Dios? ¿Por qué el Señor no interviene y lo detiene?”
Este diluvio de problemas tiene una entidad personal detrás de él: Satanás. El hecho es que el diablo era el causante de los problemas de Job, y hoy sigue siendo el causante de los problemas del pueblo de Dios. Una vez más, el enemigo está de pie ante el Señor, haciendo grandes acusaciones contra su iglesia. Él está desafiando a Dios, diciendo: “No tienes un cuerpo verdadero en esta hora final. Sólo mira a tu pueblo, Dios. Son materialistas, egocéntricos, buscan la riqueza y la buena vida, preocupados por mejorar la vida de ellos mismos. Todos son debiluchos espirituales”.
Podría ser que el horno de tu aflicción esté destinado a llevarte a una revelación que te cambiará la vida. Esto es exactamente lo que sucedió con Job. En medio de su sufrimiento, Job hizo un descubrimiento increíble: a pesar de su conocimiento puro de Dios, él realmente no conocía al Señor. Él confesó: “De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto… me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:5-6).
Mira a Dios en este momento y recuerda que él siempre tiene todo bajo control. Él aprovechará todo lo que Satanás pretende para el mal y lo convertirá en tu bien. Anímate con estas palabras: “¡Mi Dios puede hacer cualquier cosa! Él me ama y sé que no me ha olvidado”.