ORACIONES QUE AYUDAN
Cada pastor, predicador y evangelista necesita ayudantes en oración que intercedan por ellos continuamente. A través de los años he sido llevado en oración por fieles siervos.
Las escrituras dicen que cuando Pedro estaba atado en la cárcel “la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él” (Hechos 12:5). Dios libertó a Pedro con un milagro, a través de las oraciones de ayuda.
Pablo no sólo pidió ayudantes de oración, sino que él mismo era un ayudante. Él sabía que esto era parte de su llamado como ministro del evangelio. Él escribió a los filipenses: “A todos los santos…con los obispos y diáconos…Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros…por cuanto os tengo en el corazón” (Filipenses 1:1, 3-4, 7).
Asimismo, Pablo escribió a los romanos: “Testigo me es Dios…de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones” (Romanos 1:7, 9). La palabra “mención”, aquí significa: “Yo recito sus nombres y sus necesidades al Señor”. En resumen, Pablo no les pedía a otros que hicieran algo que él no estaba dispuesto a hacer.
¿Estás enterado de algún hermano o hermana que está pasando crisis de algún tipo? Si es así, ¿simplemente se lo cuentas a otros o haces mención de sus nombres al Señor y luchas por ellos en oración?
¿Anhelas este ministerio de ser un ayudador en oración? Liberaciones poderosas acontecen cuando los santos de Dios le buscan diligentemente, con la fe de un niño, por las necesidades de sus hermanos y hermanas.