Paz y Seguridad
En mis viajes por el mundo he sido testigo de un “tsunami espiritual” de un desliz hacia la maldad. Denominaciones enteras han quedado atrapadas en las olas de este tsunami, dejando a su paso las ruinas de la apatía. La Biblia advierte claramente que es posible que los creyentes devotos se desvíen de Cristo.
Un cristiano que busca “la paz y la seguridad a cualquier precio” y simplemente se aferra a la salvación paga un alto precio espiritual. Entonces, ¿cómo podemos evitar apartarnos de Cristo y descuidar “una salvación tan grande”? Pablo nos dice cómo: “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos” (Hebreos 2:1).
Dios no está interesado en que podamos hacer una “lectura veloz” de su Palabra. Pero lo que es más importante es que “oigamos” lo que leemos con oídos espirituales y meditamos en ello para que sea “oído” en nuestros corazones.
Mantenerse firme en la Palabra de Dios no era un asunto pequeño para Pablo. Él también dice: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (2 Corintios 13:5).
Pablo no está sugiriendo a estos creyentes que ellos están reprobados. Más bien, los está instando a: “como amantes de Cristo, pruébense a ustedes mismos. Hagan un inventario espiritual. Ustedes saben lo suficiente sobre su caminar con Jesús para saber que son amados por él, que él no se ha apartado de ustedes, que son redimidos”.
Pregúntate hoy: ¿Cómo es tu comunión con Cristo? ¿La estás guardando con toda diligencia? ¿Te apoyas en él en tus momentos difíciles? Y al examinar tu caminar espiritual, permite que Dios te muestre dónde puedes ser fortalecido.