PLENAMENTE PREPARADO
Quiero ser un soldado que está totalmente preparado para el campo de batalla. Sé que la victoria es ganada mucho antes de que la batalla empiece. Es ganada en el campo de preparación, de entrenamiento y acondicionamiento. Cuando el enemigo súbitamente viene a mí, necesitaré toda la munición disponible, y esa munición es suplida por la poderosa Palabra de Dios, que he guardado en mi corazón. Así que, la próxima vez en que el diablo ataque, estoy confiado de que tendré de dónde sacar las reservas. Habré ganado la pelea a solas con Dios, antes de entrar al campo de batalla.
¿Eres un soldado comprometido, que cree que Dios te está equipando inclusive ahora mismo? Si es así, entonces estás cumpliendo tres requisitos:
1. Eres un diligente lector de la Palabra de Dios.
Mientras estudias las Escrituras, estás empezando a comprender cuánto Dios te ama. Si no estás convencido de Su absoluto amor por ti, no podrás superar ninguna crisis que venga. Y eres convencido de Su amor solamente devorando Su Palabra.
2. Estás cultivando una intimidad diaria con Dios, a través de un tiempo de oración de calidad.
Nuestro Señor desea que clamemos a Él en nuestros tiempos de crisis. Pero la oración durante nuestros tiempos duros y difíciles no es suficiente. Tenemos que buscar a nuestro Padre en los tiempos buenos también. Nuestra fe no debe ser ocasional. Debe provenir de una constante y creciente relación con el Señor.
3. Estás confiando que Dios no permitirá que enfrentes ninguna prueba sin darte los medios para soportarla.
Si una gran prueba viene sobre ti, no tienes que preocuparte si serás fuerte o desmayarás. Nuestro Padre da la gracia cuando es necesario. Y si has desarrollado una relación íntima y cercana con Él, Él derramará Su perdurable gracia sobre ti cuando la necesites.
Dios te invita a entrar en Su reposo, hoy.
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).