PORQUE TÚ ERES SU HIJO AMADO
La Escritura deja en claro que la respuesta a todo en nuestras vidas es la oración combinada con la fe. El apóstol Pablo escribe: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6). Pablo nos está diciendo: “Busca al Señor acerca de toda área de tu vida y agradécele con anticipación por oírte”.
El énfasis de Pablo es claro: Siempre ora primero, no como último recurso. Jesús nos dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
¿Por qué es tan difícil para los cristianos buscar a Dios en sus necesidades desesperadas? Después de todo, la Biblia permanece como un largo testimonio de que Dios oye el clamor de sus hijos y responde con tierno amor.
- “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos” (Salmos 34:15).
- “Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias” (verso 17).
- “La oración de los rectos es su gozo” (Proverbios 15:8).
La Biblia nos da muchas promesas cuando se trata de la oración, pero también nos da advertencias acerca del peligro de descuidar la oración: “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3). La palabra griega aquí, usada para “descuidamos”, significa “poca preocupación; tomar a la ligera”.
¿Cómo puede el propio pueblo de Dios afirmar que lo ama y cree en sus promesas, pero nunca se acerca a su corazón?
El escritor de Hebreos nos dice: “Acerquémonos … en plena certidumbre de fe” (ver Hebreos 10:22). La puerta de Dios siempre está abierta para sus hijos y, no se equivoquen, él es completamente fiel. Ve a tu lugar secreto de oración regularmente y búscalo con todo tu corazón. Tus respuestas pueden no llegar de la noche a la mañana, sin embargo, Dios hará su obra en su tiempo y a su manera, porque tú eres su hijo amado.