PROTECCIÓN PARA NO ALEJARNOS

David Wilkerson (1931-2011)

El apóstol Pablo habla de una gran apostasía que vendrá sobre la tierra en los últimos días. ¿Qué es la apostasía? Es “el rechazo de una verdad, que una vez se creía y proclamaba”. En pocas palabras, es un alejamiento de la verdad de Dios. Pablo escribe acerca de la apostasía por venir: “Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra… en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía” (2 Tesalonicenses 2:1-3).

Nuestros padres espirituales en la iglesia del Nuevo Testamento eran siervos que dieron sus vidas para defender el Evangelio. Desde el principio, los discípulos y los apóstoles predicaron todo el consejo de Dios, proclamando a Cristo como el Mesías en sus últimos días. El Señor derramó sus dones y bendiciones sobre ellos y la iglesia creció y prosperó en espíritu y en verdad.

De las raíces de esa iglesia primitiva surgió un árbol con muchas ramas que llamamos movimientos, denominaciones, organizaciones, fraternidades, tales como bautistas, metodistas, presbiterianos, luteranos, pentecostales, episcopales y otros. La mayoría de estas ramas fueron encendidas por los santos siervos de Cristo, algunos de los cuales fueron martirizados por su devoción a la Palabra pura de Dios.

Dios odia el evangelio tibio de verdades a medias que ahora se está extendiendo por todo el mundo. Jesús vino a un mundo que estaba en total apostasía y su venida fue un puro acto de misericordia, no merecida por nadie. Una gran cosecha de almas aún está por suceder en esta era moderna y los creyentes hambrientos de todas las naciones reconocerán la voz del Señor. Sus corazones despiertos responderán: “Señor, hazme volver a mi primer amor por ti”.

Si has caminado con el Maestro por un largo tiempo, es posible que necesites un recordatorio para acercarte a él y recibir una renovación de tu primer amor, para que no te “alejes” y te conviertas en parte de esta gran apostasía. Amado, él está esperando para abrazarte y traerte a un nuevo lugar con él.