SÓLO EL AMOR DE DIOS
La mayoría de nosotros sabe que Cristo es el modelo perfecto de amor. Conocemos el mensaje en 1 Corintios 13 acerca de la preeminencia del amor y sabemos que Dios es amor. Pero luego tratamos tontamente de amar más en nuestras propias fuerzas. Hacemos esfuerzos bien intencionados y deliberados para superar los hábitos egoístas y nuestro disgusto natural por las personas irritantes y desagradables. Pero cuando reaccionamos de forma poco amable y sentimos el fracaso, volvemos al tablero de dibujo, convencidos de que si sólo nos esforzamos más o leemos más escrituras, de alguna manera mejoraremos en amar a los demás.
Pablo habló del “amor en el Espíritu”, que es algo totalmente aparte de la habilidad humana. ¿Recuerdas su enseñanza a los Gálatas? “El fruto del Espíritu es amor” (Gálatas 5:22). El amor es un fruto que crece en nosotros desde una fuente sobrenatural. No es tu amor, y sin embargo lo es, ya que el Espíritu obra en ti tanto el querer como el hacer las cosas amorosas que están en su mente. Él es nuestra vida y él lleva el fruto, no nosotros. Es por eso que él fue enviado a vivir en nosotros.
¿De qué otra manera pudo Esteban, mientras era apedreado, decir: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado” (Hechos 7:60)? Sólo el amor de Dios podría hacerlo amar así.
Sin el milagro del amor de Dios, la vida tiene una manera de endurecernos a todos. Nos volvemos cínicos, ancianos amargados sin el brillo del “primer amor” que experimentamos al comienzo de nuestra vida en Cristo. Esto no sólo es malo para nosotros, sino también para la causa de Cristo para con un mundo que observa. Pero no tiene por qué ser así. “Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes” (Salmos 92:14).
Pidamos un nuevo bautismo del amor de Dios. Caminemos entonces, en ese amor para que todos los que nos encuentren puedan echar un vistazo al corazón de Dios.
Jim Cymbala comenzó la iglesia Brooklyn Tabernacle con menos de veinte miembros en un pequeño y deteriorado edificio en una parte difícil de la ciudad. Nacido en Brooklyn, es un viejo amigo de David y Gary Wilkerson.