SEÑALES DE LA VENIDA DE CRISTO
“Que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón” (1 Tesalonicenses 5:3-4).
En este momento, el mundo está tan agitado que la gente pregunta: “¿Está el mundo fuera de control? ¿Estamos viendo el final de la historia?”. Ahora entendemos lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “Entonces habrá…en la tierra angustia de las gentes… desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas” (Lucas 21:25-26).
Cuando Jesús dio esa advertencia, él añadió esta declaración: “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (21:27-28).
Todas las cosas terribles que vemos venir sobre la tierra en este momento tienen que ver con la venida de Cristo. Más allá de las densas tinieblas que cubren la tierra, se está formando una nube en el cielo, y un día, pronto, Cristo entrará en esa nube y se revelará a todo el mundo. “Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios” (21:31).
Los cristianos en los días de Pablo querían que él escribiera sobre los tiempos proféticos y Pablo respondió que “El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo” (1 Tesalonicenses 4:16). Entonces, continúa describiendo con más detalle el evento y luego dijo: “Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (4:18).
La exhortación de Pablo estaba destinada a ser de aliento. Del mismo modo, hoy, no debemos afanarnos ni preocuparnos demasiado por los acontecimientos actuales porque sabemos muy bien que todo está señalando a la venida del Señor Jesús para llevarse a su pueblo.
Cuando Jesús dijo: “Levanten la mirada” (Lucas 21:28, NTV), ¡él nos estaba diciendo que mantengamos nuestro enfoque en él y en su pronta venida! ¡En verdad, esta es nuestra maravillosa esperanza!